Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

AMARAL EN MADRID: ODA A LA VIDA [CRÓNICA]

Fotografía: Javier de la Rosa

Jamás olvidaré aquel acústico en cierta Facultad de Ciencias de la Información en 2012. La que liamos entre unos y otras y fundamentalmente aquella dupla zaragozana... El salón de actos principal abarrotado hasta el gallinero para escuchar un par de canciones y una entrevista —por cierto, aún se puede escuchar en formato podcast aquí. Por ese mismo motivo sé que tampoco olvidaré el concierto del 19 de julio en Madrid. Con todas las entradas vendidas con meses de antelación, Eva Amaral y Juan Aguirre regresaron a la capital para presentar Dolce Vita, su último disco que vio la luz cinco años después del anterior Salto al color. Otra razón más para entender el porqué de semejante expectación y el ambientazo en los aledaños del Palacio de Deportes Movistar Arena— aquel caluroso sábado desde primera hora de la tarde. 

En verdad convenía llegar al recinto con el sol recalentándonos de arriba a abajo porque el inicio del concierto estaba programado a las 20:30 y, además, no se había anunciado ninguna actuación previa. Alrededor de 17.000 personas en el interior por cierto, de todas las edades y condiciones para disfrutar de un nuevo baño de masas de Amaral en una ciudad que también ha sido muy importante en sus 30 años de carrera tal y como comentaron... Por partes, tras una intro audiovisual que podría catalogarse como "oda al vinilo", la primera canción de la noche que aún era tarde fue Dolce Vita como no podía ser de otra manera. El tema que da nombre a este noveno álbum y a su correspondiente gira fue recibido como si de un clásico se tratara, apuntando maneras para permanecer en el setlist... ovación cerrada.

"¡Buenas noches, Madrid!", saludó escueta Eva justo a continuación. ¿Para que más, verdad?, por supuesto, aquello no podía decaer en ningún momento. De hecho, durante la segunda Eso que te vuela la cabeza, lo que literalmente voló sobre la pista fue el confeti, mientras Eva iba y venía. Ella sola llenaba el escenario, aunque precisamente en el escenario había alguien más: Álex Moreno (batería), Sergio Valdehita (teclados), Ricardo Esteban (bajo), Miriam Moreno (saxo, flauta, percusión) y Laura Sorribas (chelo, teclado y percusión). Además, durante Toda la noche en la calle, primer momentazo del concierto, Juan también cruzó la pasarela que se adentraba en aquel mar de gente. Otra canción de Dolce Vita que no tardó en sonar fue Rompehielos, uno de sus adelantos, y quizás por eso fue recibido tan bien por el público que alzó sus brazos sin rechistar. Ahora bien, me gustó especialmente la siguiente Mares igual que tú, por sonar con unos arreglos diferentes al disco Salto al color, en directo en Madrid más exótica, más del otro lado del Atlántico.

Fotografía: Javier de la Rosa

"Para quien nos vio tocar en garitos de Malasaña, la sala El Sol, el Galileo, San Mateo, muchísimas gracias por estar aquí. Y para la gente que nos conoció más tarde, venimos de Zaragoza, somos Eva y Juan, gracias (...) vamos a tocar todas las canciones del nuevo disco (...) El reto esta noche será tocar como si fuese una sala pequeñita, esta canción la tocamos en un garito debajo del viaducto, éramos muy pocas personas, va para todos vosotros", alrededor de las 21:00 Juan protagonizó el siguiente momento especial del concierto, cuando se dirigió al Palacio y tocó Tardes solo con su guitarra desde la pasarela. Mientras tanto, las linternas se iban encendiendo en la pista y el graderío. 
 
Estábamos saboreando aquel momento todavía cuando llegó el siguiente, pues a continuación Eva se elevó unos cuantos metros con la ayuda de unos arneses para interpretar una más de Dolce VitaEn el centro de un tornado claro, como si fuera el "gorrión" de la letra. De vuelta en el escenario, nuevas palabras de la artista de Zaragoza, quien pidió "celebrar la dulzura, celebrar el amor esta noche". Sin embargo, para su sorpresa fue interrumpida por una parte del público que clamaba que no se oía, a lo que la mayoría respondió "¡sí se oye, sí se oye!". Después en redes sociales numerosas personas insistían en que la calidad del sonido no fue la mejor o ni siquiera entendieron nada, pero desde la grada de Felipe II se escuchó todo lo que cantaron y contaron. Quizás demasiado saturado, eso sí, por la proximidad de aquellos enormes altavoces, pero no hubo mayor problema y volvimos a entonarnos con Kamikaze, Moriría por vos y Días de verano, casi nada, una detrás de otra.
 
Después de una hora de concierto, otro de los momentos más especiales. La canción Podría haber sido yo se convirtió en algo más que un homenaje al cantautor chileno Víctor Jara desde la intro proyectada en las pantallas gigantes con imágenes cedidas por la Fundación Víctor Jara, puesto que Eva aprovechó la ocasión para recordar también a las víctimas de las guerras, como la de Gaza. Merecida ovación para una interpretación con Amaral y sus músicos reunidos en un formato acústico. "Nos vamos a despedir, más o menos", así que después de Resurrección y Cómo hablar, aunque podrían haber sido las últimas canciones perfectamente, de allí no se movió nadie...
 
Fotografía: Javier de la Rosa
 
Al son de Sin ti no soy nada regresan de nuevo Eva y Juan para terminar en la pasarela iluminados por las linternas de los móviles una vez más. En No lo entiendo ella parecía intentar que la gente se viniera arriba, pero a continuación, alrededor de las 22:00 sonó Hacia lo salvaje y poco después Revolución y aquello se volvió a animar completamente, con la cantante dándolo todo al más puro 'Rock Star'. Hasta que la música se apague resultó premonitoria  a renglón seguido porque la banda abandonó el escenario una vez más... y no tardó demasiado en volver con nuevos agradecimientos y los bises definitivos, el primero "para todos los pajareros y pajareras que se encuentran en la sala": Pájaros.
 
El segundo bis deparó otro de los momentos más especiales de la velada, Salir corriendo, la canción que escribieron para una amiga que sufría violencia machista y "a día de hoy ya no está con él y es feliz". "Para ella y para quienes no tuvieron ese final tan feliz", añadió Eva, quien también explicó que las imágenes que acompañarían la actuación serían de la atleta Ester Navarrete. Pura emoción, tremenda ovación. 
 
Entonces aquello se desbocó en el mejor sentido de la expresión con Marta, Sebas, Guille y los demás y todo el público encantado tal y como se mostró en las pantallas gigantes sin ningún incidente viral como en cierto concierto de Coldplay— y cantando: "Son mis amigos, en la calle pasábamos las horas, son mis amigos por encima de todas las cosas". Faltaba El universo sobre mí y no falló, entre los clásicos más celebrados, y entonces sí,  pasadas las 22:30 horas, el último bis y la última de las 15 canciones de Dolce Vita que sonaron en directo en Madrid: Ahí estás. Y lo que empezó pareciendo una "oda al vinilo", sin duda terminó siendo una oda a la vida.
 
Texto: Alberto C. Molina
 
Fotografías: Javier de la Rosa 
 

Setlist

Dolce Vita
Eso que te vuela la cabeza
Tal y como soy
Toda la noche en la calle
Rompehielos
Mares igual que tú
Ruido
Tardes
En el centro de un tornado
Libre
Kamikaze
Moriría por vos
Días de verano
Viernes Santo
Podría haber sido yo
Resurrección
Cómo hablar
Los demonios del fuego
——————
Sin ti no soy nada
La suerte
No lo entiendo
Hacia lo salvaje
La unidad del dolor
Revolución
Hasta que la música se acabe
———————
Pájaros
Salir corriendo
Marta, Sebas, Guille y los demás
El universo sobre mí
Ahí estás

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