MARWÁN EN INVERFEST: 20 AÑOS, AMIGOS Y UNA MUCHEDUMBRE MARAVILLOSA [CRÓNICA]
Fotografía: facebook.com/MARWANoficial |
Recuerdo tan bien aquella entrevista a Marwán aquí en 2023 con motivo de su disco-libro Canciones para una urgencia y de cara al inicio de su gira 20 aniversario, que parece mentira que acabemos de disfrutar del último concierto en el Palacio de Deportes de Madrid en el marco de Inverfest —incluso el patrocinador cambió, ojo, Movistar, WiZink ya no—. Una velada más que especial que comenzó alrededor de las 20:00 horas del 17 de enero con una breve actuación en formato acústico a cargo del mexicano Leonel García, por cierto, uno de los 'amigos' que acompañarían a Marwán sobre el escenario y "una de las mejores voces que he escuchado en mi vida", tal y como había anunciado el propio artista madrileño. En definitiva, una gran manera de entrar en calor que curiosamente terminó con Para empezar y Leonel agradeciendo y emplazando al público al mes de mayo (sala Villanos).
Casi de inmediato, 20:30 horas, según finalizó la actuación previa, una voz en off —bastante familiar— nos indicó que Marwán sería puntual: "llegó la hora, el día señalado (...) El chico que hizo saltar la
poesía por los aires está aquí, 20 años después, el hijo del refugiado".
Y ahí estaba el cantautor y poeta, exultante en su segundo Palacio tras el de 2018 y arrancando al son de El viejo boxeador, el tema titular de su quinto disco de 2020. "Soy
vuestro, esta va a ser una gran noche", así saludó el anfitrión a su "familia" —que llenaba la pista y la grada frontal de Goya, sin graderíos laterales— antes de proseguir con Cómo hacer que vuelvas y presentar a la banda (Toni, Kike, Txarlie, Dani y Lucas) incluida una sección de vientos (Miriam, Jessica y Arantza) por primera vez en su carrera.
"Gracias por este
regalo, por esta noche increíble, prometo no caerme (...) es acojonante que
haya venido tanta gente a verme hablar sobre mi ex", bromeó Marwán antes de botar y poner el recinto patas arriba con La reina del Jäger otra de las canciones de El viejo boxeador que no pueden faltar en directo. "Qué maravilla,
familia, qué subidón, nunca jamás en la vida he vendido tantas entradas (...)
ahora vamos a lo que habéis venido, a cortaros las venas un poquito", pero el personal no tardó en volver a estar de subidón porque después de Animales sonó Necesito un país.
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Renglones torcidos fue el "momento
móviles arriba" y tras el momento "caiga quien caiga" —literal, el programa de televisión—, primer invitado de la noche. "Todos deberíamos
ponernos de rodillas ante un artista así, patrimonio de la
humanidad", y Marwán recreó con Miguel Poveda su increíble dueto de La ecuación al igual que en Canciones para una urgencia. No uno, sino dos amigos fueron presentados instantes después para interpretar Sueños sencillos, el pianista Alejandro Martínez y el cantautor Luis
Ramiro; "en marzo Ramiro y yo compartiremos tres noches en Libertad 8 porque hace 15
años que no lo hacemos", remató Marwán.
Con la banda de vuelta tras Sueños sencillos, tocó "darlo todo" con Pensábamos que el amor es solo una fiesta, uno de los temas inéditos de Canciones para una urgencia y del que su autor ya adelantó en cierta entrevista que en directo funcionaría... El público no se volvió loco, pero la canción fue una de las más enérgicas con diferencia. Emotivo recuerdo para
su abuelo palestino y palabras dedicadas a su "hermano" Lucas 'Pez Mago', quien a su vez agradeció a "una muchedumbre maravillosa". Así fue como transcurrió la primera hora de este fin de gira.
"Sus canciones me llegaron tanto que
sentí la necesidad de ponerme a componer, su música me cambió la vida", y ese invitado no era otro que
Ismael Serrano y la canción, La delicadeza, otro momentazo que acabó con brazos en alto en la pista y gran parte del recinto tarareando. "Cuando hice este disco
20 aniversario tuve clarísimos algunos duetos", y se trataba de Muerdo en Meninos da Rua, una canción especial de por sí, de sus primeras publicaciones. "Hace dos años cuando me rompí el brazo, Fito me dijo que él me echaba una
mano con la guitarra y lo hizo", y Fito Robles de Siloé fue el invitado para hacer las delicias de todo el recinto con Puede ser que la conozcas.
Fotografía: facebook.com/MARWANoficial |
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Más que invitado, el siguiente amigo que acompañó a Marwán en el escenario era "un salvavidas" llamado Iván
Ferreiro. Unas y otros podían imaginar que cantarían de nuevo juntos Los restos de esta historia, pero la sorpresa general —y una de las mayores ovaciones de la noche— llegó cuando Iván cantó una más y de Los Piratas: El equilibrio es imposible. Y si aquel doble dueto fue intenso, ¿qué apuntar sobre Las cosas que no pude responder con Rozalén? "Una voz
imprescindible en este país" dijo el anfitrión guitarra en ristre —de las pocas veces que tocó la guitarra— sobre la única mujer en el cartel. "Hace un mes canté con él
en un concierto de este artista en México ante 10.000 personas, es una
persona top", y Leonel García volvió a recibir el aplauso del público de Madrid cantar La vida cuesta con un vozarrón que nos dejó sin palabras, aunque Marwán sí le dedicó alguna más: "menuda bestia".
"Conviene saber que no hay mayor dolor para una piel que despedirse de otra piel, conviene saber que lo único que debes aprender es que vinimos a aprender", definitivamente Conviene saber podría haber sido el mejor broche tras dos horas de concierto, pero no, Marwán no tardó en regresar al escenario alrededor de las 22:30 para seguir agradeciendo, confesar que estaba "abrumado" y presentar a otro "wey mexicano" y "grandísimo amigo", Miguel Inzunza, con quien entonó Mi paracaídas.
Aquella "muchedumbre maravillosa" ya estaba entregadísima, pero el Palacio de Deportes se estremeció con una rotunda ovación cuando Marwán lució camiseta de apoyo a Gaza mientras en la pantalla gigante del escenario leímos "VIVA PALESTINA LIBRE" junto a su bandera. Lo que el cantautor y poeta no sabía era que recibiría un homenaje por parte de sus padres y hermano, un fotomontaje de sus 20 años de carrera desde que empezó en Aluche. El paréntesis más emotivo de la velada terminó con Marwán interpretando con su guitarra Nana urgente para Palestina.
"Otro invitado, la
persona con quien más canciones he publicado", y cuando Nach entró fuerte
pidiendo palmas para su canción Ni estabas ni estarás, también resolvimos el misterio de la voz en off del comienzo... lo que no sorprendió fue escuchar a continuación 5 gramos de resentimiento, su agitada colaboración en El viejo boxeador que volvió a poner el Palacio patas arriba. "Familia,
gracias de verdad, un aplauso para toda la banda y toda la gente que ha
estado currando aquí esta noche y para todos vosotros, lo hemos
conseguido (...) ojalá no sea la última, ojalá nos volvamos a encontrar", y con Un día
de estos terminó este 20 aniversario a lo grande, con el público cantando con ganas y con una emoción desbordante y Marwán, en una nube tal y como confesó días después a través de sus redes...
"Fue todo perfecto, precioso y más intenso que nunca. Estos años han sido muy duros para mí por dejar la discográfica y tener que machacarme para sacar mis discos adelante sin ayuda, por no tener un equipo a la altura y por mi accidente en el brazo. Me ha llevado dos años y medio ir soltando toda esa tristeza, rearmar mi equipo y volver a confiar en la vida y en que lo hago merece la pena (...) La cantidad de amor y de palabras bellas que me estáis dando desde el viernes por aquí o cuando me encuentro a la gente por la calle es descomunal. Jamás he recibido tanto. Sinceramente, no sé cuando voy a bajar de la nube".
Fotografía: facebook.com/MARWANoficial |
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