Después de tantos festivales abarrotados y acalorados durante el verano, un año más llegó la hora de disfrutar del ciclo Madrid Live Experience en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío. Una quinta edición celebrada entre el 24 y el 30 de septiembre y la primera velada en castellano no tardó en caer. En el cartel, dos nombres fundamentales de la canción de autor de nuestro país: Javier Ruibal y Pedro Guerra.
Al son de La Reina de África, el artista gaditano fue el encargado de empezar a poner banda sonora a la tarde-noche de aquel jueves 25 a partir de las 21:00 horas. Sobre el escenario madrileño Javier estuvo arropado en todo momento por una "tremenda banda" a la que no tardó en presentar: Diego Villegas (saxo, clarinete, flauta travesera), José Recacha (guitarra), Daniel Esportell (guitarra, armónica) y Javi Ruibal (percusión). Además, a lo largo de la actuación también participó y concretamente bailó Lucía Ruibal.
"Quiero un coro impecable", bromeó Javier, pero el público se lo tomó muy en serio y tarareó La dama de la isla como si el concierto estuviera terminando. Entonces Pedro Guerra nos sorprendió allí arriba para cantar juntos El Náufrago del Sahara, la canción que firmaron ambos hace casi 20 años, en el disco Contaminados producido y coordinado musicalmente por el cantautor canario. Sin duda fue uno de los grandes momentos que deparó una actuación en la que tampoco faltaron canciones como Pensión Triana, La rosa azul de Alejandría o Tierra, que deparó otra aparición estelar de Lucía y una nueva ovación al filo de las 22:00 horas. "Viva Palestina libre, buenas noches", y esas fueron las últimas palabras de Javier Ruibal para dar por finalizada su participación en Madrid Live Experience.


"Yo soy bastante
de hablar, pero hoy no, porque tenemos poco tiempo y queremos
aprovechar", con semejante declaración de intenciones y la canción El mundo era otro comenzó Pedro Guerra su concierto. Hubo quien se lo perdió porque entre uno y otro cayó un descanso que se hizo largo. Como no había tiempo que perder, el artista de origen tinerfeño presentó a sus compañeros Pablo Cebrián (guitarra), Miguel Ponce (bajo), Miguel Molina (batería) y Luis Fernández (teclado). "Antes de continuar quiero
condenar firmemente el genocidio de Gaza", el preludio de Pasa.
"Libertad 8 es ese lugar donde
empecé hace 30 años, el disco Golosinas", así se alternaban clásicos de su carrera con sus temas más recientes, los pertenecientes a su proyecto Parceiros, como Loco. "El segundo disco Tan cerca de mí ya fue madrileño", y entonces el público disfrutó recordando Debajo del puente. "En la época de Libertad 8 compuse esta canción con
Calamaro, se quedó inédita durante tantos años hasta Parceiros", y esa canción era Tiempo
de reír. Clásicos y menos clásicos, y entre estos últimos, Tan dulce, uno de los temas con más ritmo de la noche.
"Esta canción que viene
también tiene que ver con México. Ofrenda tiene que ver con los altares
del 'Día de muertos'", y a pesar de haber anunciado que hablaría poco, Pedro Guerra no tuvo más remedio que compartir la historia de aquel deseo que le pidió a la Virgen de Guadalupe para seguir con su pareja y mánager María, uno de los momentos más especiales de la velada.
Continuará...
Texto y fotografías: Alberto C. Molina
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