DESPISTAOS EN MADRID: MEDIA VIDA EN UN CONCIERTO [CRÓNICA]

Partamos de la base de que todos los conciertos son especiales porque cada uno de ellos es único, ¿de acuerdo? No es necesario celebrar algo concreto, un aniversario, por ejemplo. Ahora bien, ¿y si literalmente el grupo o artista en cuestión y tú habéis pasado "media vida" juntos? Entonces estamos ante algo que está por encima del término "especial". Eso fue exactamente lo que ocurrió cuando Despistaos anunció 'El concierto de nuestras vuestras vidas' y compartió aquello de "va a ser un fiestón con la gente que más queremos", que hubo quien supo que la cita del 29 de noviembre en el Palacio Vistalegre de Madrid sería algo más que un concierto. De manera que, tal y como también se veía venir, hubo que armarse de paciencia para acceder al recinto antes de las 21:00 horas del sábado.
Todas las entradas vendidas, colas para todo, gente por todas partes y, de repente, primera ovación al aparecer sobre el escenario Daniel Marco (voz y guitarra), José Krespo (guitarra), Lázaro Fernández (batería) y Alejandro Hernanz (bajo). La primera de la noche, Mi mejor momento, una de sus canciones más recientes, precisamente la que da nombre a esta gira y declaración de intenciones: aquello no sería un "grandes éxitos" sin más. Sin embargo, como si Despistaos también quisiera dejar claro que repasaría sus más de 20 años de carrera, a continuación sonaron Un miércoles cualquiera y Ruido, ambas de su segundo disco ¿Y a ti qué te importa? de 2004, y Resucito, de su homónimo debut de 2003.
El comienzo del concierto fue tan frenético que realmente temas más suaves como A la luz de tus piernas o Caricias en tu espalda tampoco fueron sinónimo de "pausa". Entonces sí, después de 30 minutos prácticamente sin parar, Dani saludó a Madrid y no pudo evitar emocionarse: "No quiero hablar mucho (...) Hace 22 años llenamos nuestra primera Caracol y hoy vemos cómo ha crecido la familia". De esa manera concluyó el primero de los cinco bloques o "episodios" en los que el grupo dividió el espectáculo tal y como Dani había explicado. El segundo comenzó al son de Por volverte a ver y Los zapatos de un payaso, y con la colaboración de Peter en Y mírame, el primero de los invitados de la velada que Despistaos había dado a conocer a través de sus redes: "Hemos compartido grabaciones con un montón de gente (...) y hoy hemos invitado a unos pocos".
Pablo Alonso (Pignoise) fue presentado directamente a través de las pantallas gigantes del escenario, un acierto porque el tiempo volaba... Ni rastro de Álvaro Benito, seguramente comentando algún partido de fútbol en televisión a esas horas, pero el personal no estaba para detalles de ese tipo, sino para disfrutar de Lo que hemos vivido. Además, ¿quién mejor que Pablo?, el bajista debutó en Despistaos en un momento tan importante como aquel regreso de 2018 y merecía su reconocimiento. De buenas a primeras encontrar a Carlos Escobedo (Sôber) en la lista de invitados podría resultar sorprendente, pero claro, quienes han compartido esta "media vida" con los de Guadalajara, saben que al comienzo fueron teloneros de otros como Celtas Cortos, M-Clan o Sôber según recuerda La Fonoteca. De modo que fue bonito reunirse con Carlos en Vistalegre para cantar juntos El silencio.

'Interludio' alrededor de las 22:00. En otras palabras, un breve descanso mientras colocaban en el escenario un sofá, unos taburetes, unas lámparas y alguna alfombra que serían la escenografía durante los siguientes minutos. Interludio que comenzó con Un beso y nada más en acústico, a solas Krespo con guitarra y armónica —y una dedicatoria especial para su hija Ainhoa—, y uniéndose al final Dani al contrabajo. Lázaro y Álex volvieron a continuación para Hasta que pase la tormenta, incluidos unos versos de Física o química para rematar e ir abriendo boca literalmente... Ademas, sin renunciar a esa atmósfera 'unplugged', Georgina cantó Vuelve a verme con ellos.
Tras el paréntesis acústico, un nuevo bloque que prometía emociones aún más fuertes porque en las pantallas gigantes se leyó aquello de "Hace más ruido que el ruido de un cañón". Antes de poner Vistalegre patas arriba literalmente, Suu se convirtió en la siguiente invitada del sábado para cantar Muérdeme, uno de los adelantos del disco que verá la luz en 2026... Por desgracia la técnica jugó alguna que otra mala pasada a David Merino y la colaboración de La La Love You en Estrella no lució tanto como nos hubiera gustado, pero ahí quedó eso y se dio todo igualmente entre llamaradas artificiales. Entonces Dani quiso agradecer su labor a todo su equipo, incluso recordó a su compañero Isma, que estaba entre el público y, por si alguien se había despistao —lo siento, antes o después tenía que suceder—, Gracias sonó a continuación.
"La mitad de lo que hemos vivido hace más ruido que el ruido de un cañón y un corazón de hielo herido se ha derretido en su colchón. Medicina alternativa, tu saliva en mi saliva", el pronóstico se cumplió y al son de Física o química, con la participación de Walls, Hens y Enol, Vistalegre se vino abajo o arriba, según se mire. Se trataba de la recta final del concierto y entonces sonaron Nunca la primera junto a Veintiuno y Cada dos minutos con Rulo y Kutxi, la primera vez que lo cantaban en directo juntos desde que vio la luz en Vivir al revés (2007). "Seguramente sin ellos no existiríamos, son nuestros papás en esto de la música", concluyó emocionado Dani, al filo de las 23:00, antes de dar paso a la definitiva Estoy aquí. Gran broche para el fiestón, la canción por la que unos cuantos de los 10.000-11.000 allí presentes descubrimos al grupo a través de la radio hace algo más de 20 años. Sin exagerar, media vida en un concierto.
Texto y fotografías: Alberto C. Molina

Comentarios
Publicar un comentario