JULIO MARTÍ (NOCHES DEL BOTÁNICO): "CONTRATAR A LOS ARTISTAS ES UNA EXPERIENCIA MUY ADRENALÍTICA" [ENTREVISTA]

Noches del Botánico celebra su novena edición entre el 4 de junio y el 31 de julio en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII de la Universidad Complutense de Madrid. Todo un clásico a la altura de uno de sus responsables, Julio Martí, Director Artístico del ciclo. La primera vez que el veterano promotor y programador concedió una entrevista a 'El vídeo no mató a la estrella de la radio' fue en 2022 y, desde entonces, nuestro encuentro se ha convertido en otro clásico. De manera que, un año más, nos emplazamos en el recinto, muy cerca del escenario, mientras los operarios continúan con el montaje de cara a la jornada inaugural...
Durante la presentación de esta novena edición en el Museo del Traje, Ramón Martín y tú afirmasteis que la de 2024 “fue un antes y un después con cifras muy importantes” y que “el festival está entre los top a nivel nacional”. ¿Qué hay de esa meta que buscabas de ser más que un ciclo musical?
Sí, lo que aquí se produce es muy mágico tanto para el artista como para el espectador. Aquí los shows son muy intensos, profundos y muy bien preparados; parece que todos los conciertos sean un disco grabado en directo para el público esa noche. En este lugar se crea una química muy importante que hace ganarte la fidelidad del público, es decir, aquí el artista se gana a su público de por vida, esa es mi impresión. Además, creo que estamos en un punto en el que la implicación de todo, de la ciudad de Madrid a todos los niveles, es brutal. Todos nos tratáis con un cariño asombroso y encima os empeñáis en darnos todo tipo de premios [risas]. Recibimos muchísimo cariño y solo podemos estar superagradecidos y comprometidos. Todo esto es estimulante y los premios son un estímulo más.
Hablando de estímulos, he leído que en 2024 vendisteis 150.000 entradas. En esta novena edición, según acaba de comentarme un compañero de vuestro departamento de comunicación, ya van 23 jornadas con todo vendido. Hace un año te pregunté si se nos había ido de las manos este asunto, a propósito de aquellos conciertos de Taylor Swift y Karol G, y tú respondiste que no. ¿Sigues pensando lo mismo? Bad Bunny va a llenar el Estadio Metropolitano hasta en 10 ocasiones en 2026 y a unos precios...
Yo no veo a ese público como mi público, con todos los respetos. No tiene nada que ver con nosotros, no me afecta. Sé lo que ofrezco y sé el público que tengo. Estoy encantado de que haya público para otras cosas, pero no me afecta lo más mínimo. Me sorprende, eso sí. Me sorprende que vaya a llenar 10 estadios un artista que a mí me parece irrelevante, no puedo decir nada más. Espero que las masas que siguen a este señor amplíen sus horizontes musicales más allá del reguetón.
Entonces tú no crees que se trate del fin del mundo, ¿verdad? Me refiero a que elperiodico.com ha titulado así recientemente: "Bad Bunny lo vende todo y el fin del mundo se acerca".
No sé por qué [risas]. No deja de ser música, quiero decir, hay que verlo desde el punto de vista positivo, nunca desde el negativo, en ese aspecto estoy en contra totalmente. El reguetón no es lo mío, pero no me parece que vaya a ser el fin del mundo, ni muchísimo menos. Repito, espero que ese público sea capaz de ampliar sus horizontes musicales.
Después de tantos años dedicándote a esto, ¿dirías que estás curado de espanto?
Yo soy un zorro viejo [risas] y ya he visto las jugadas de todos los colores, pero está claro que nunca deja de haber algo que te sorprenda. Como te decía me ha sorprendido la respuesta del público a Bad Bunny. Yo esperaba que fuera potente, pero lo que ha pasado me parece absolutamente desmadrado.
En cualquier caso, este verano en Noches del Botánico volverán a tener cabida los sonidos urbanos y latinos porque el 22 de junio, estos serán los protagonistas: Gente de Zona y Cali y El Dandee.
Sí, tú directamente has ido al grano. Ya sabes que siempre hay que hacer algo diferente y, dentro de ese territorio, me parece más positivo. ¿Qué quiero?, aquí lo importante es ampliar la capacidad de divulgación de la música. La música tiene que llevar a más territorios sonoros, a ver si somos capaces de que ese público descubra este espacio, esté a gusto y se plantee venir otro día.
Sin duda algunos opinarán que arriesgas programando una jornada de ritmos urbanos y latinos. Sin embargo, otras personas encontrarán más arriesgadas propuestas de otro tipo. Por ejemplo, Viagra Boys y Califato 3/4 el 20 de julio. Electrónica, punk y folclore, entre otras cosas...
Sí, sí, además, primera visita de los Viagra, que me gustan más que los Pixies, por ejemplo [risas]. Es una banda guapa, potente, estimulante, interesantísima y que está llevando su propuesta a un territorio más actualizado y con sentido. Como muy bien sabes, aquí tenemos una propuesta ecléctica, pero muy conceptual. Y queremos mantener la coherencia de siempre y sin estancarnos.
Recuerdo que el año pasado me recomendaste encarecidamente el recital del tenor mexicano Javier Camarena. Lo definiste como “una maravilla de maravillas” y no exageraste, menudo espectáculo de ópera y música popular. ¿En esta ocasión qué recomendarías por ser algo único?
Me encanta recomendar sobre todo la música afroamericana como muy bien sabéis. Por ello estoy totalmente emocionado con la primera visita a Madrid de Maxwell [9 de julio], uno de los grandes referentes en el soul. Por otra parte, primera visita a Madrid de Chaka Khan [23 de junio], ella vino del mundo del jazz-rock, pero se convirtió luego en un gran fenómeno disco, también por su voz. Otra apuesta maravillosa de este año será la primera visita a España uno de los nuevos grandes nombres norteamericanos y, además, un ser humano espectacular: Brandi Carlile [12 de julio]. Ella es una líder absoluta del movimiento LGTBI, hizo volver a los escenarios a Joni Mitchell y acaba de sacar un disco junto con Elton John.
Durante la presentación de esta novena edición de Noches del Botánico también apuntaste que en el cartel tendríamos un grupo japonés de música latina, así como una artista holandesa de origen iraní de la que cada vez habla más gente...
Sí, sí, Minyo Crusaders es el grupo japonés que hace música latina y abre para Óscar D'León [21 de julio]. Se trata de una tradición que explotamos desde hace décadas. Yo vi en el Madison Square Garden a La Orquesta del Sol, una banda japonesa histórica que hacía salsa. Minyo Crusaders son los nuevos frikis asiáticos enloquecidos con la música del continente americano [risas]. En cuanto a Sedvaliza [16 de junio], es una diva que se ha movido muy bien en el terreno de la música electrónica; el año pasado en el Sónar dijeron que fue una de las estrellas más relevantes. Sedvaliza es una de estas apuestas multiculturales que nos encantan hacer porque, al margen de buscar variedad de géneros musicales, cuantas más nacionalidades diferentes, mejor.
¿Y algo menos exótico?, ¿alguna recomendación especial nacional?
Vincen García va a abrir para Herbie Hancock [31 de julio]. Él es un músico valenciano de un potencial extraordinario que está llenando salas en todas partes, sí, un bajista español que en Rotterdam ha llenado una de las salas más importantes con 800 personas. Un músico al que queremos apoyar mucho.
En vuestro cartel los clásicos vuelven a destacar. Para comenzar, 4 y 5 de junio, uno de los mayores clásicos que van a pasar jamás por Noches del Botánico: Van Morrison. En agosto cumplirá 80 veranos, en junio lanzará un nuevo disco [Remembering Now] y en la web indicáis que sus conciertos son "milimetrados" y suelen durar hora y media. Casi seis décadas de carrera resumidas en unos 90 minutos, casi nada. ¿Cuánto ha costado contar con el mismísimo Van Morrison?
Nos ha costado años, llevamos años detrás de Van Morrison y ya ni nos lo esperábamos. Sin embargo, no dejas de insistir y siempre existe esa esperanza, como nos sucedió con Bob Dylan, que igual ha tenido que ver [risas], ¿no? Esperemos que haber contado con Van Morrison y Bob Dylan permita que cuando llamemos a leyendas de estas que salen con poca asiduidad de su entorno, confíen en venir a Madrid a Noches del Botánico porque lo van a disfrutar. Por eso ahora lo importante es que una figura tan legendaria como Van Morrison venga aquí y se vaya feliz. El objetivo ahora mismo es que Van Morrison se vaya feliz del festival.
¿Has tratado personalmente con él antes o será la primera vez? Te lo pregunto porque, como sea tan alegre como Bob Dylan, podría ponéroslo difícil...
Sí, con Van Morrison trabajé en el 92 y era muy arisco, así que ya veremos. Ya te conté que tampoco pude interactuar con Bob Dylan... igual alguien te dice que vale la pena que nos conozcamos, que se provoque la situación, pero cada uno es como es. Por nuestra parte lo único que falta es que disfrutemos del repertorio, tanto el público como el artista. Necesitamos las dos orejas y el rabo [risas].
Por supuesto, después él que haga lo que quiera, como si quiere volver a casa de inmediato en avión privado según he leído por ahí... ¿o es una leyenda urbana?
No, no, pasará la noche en Madrid. Todo eso es ficción, hombre [risas]. Lo que sí nos pidió fue adelantar el comienzo del concierto a las 20:00 horas, porque él prefiere actuar de día. Claro, le dijimos que a esa hora es cuando abrimos las puertas y, además, hace un calor de volverse loco. Así que comenzará a las 21:00 horas porque le hemos dicho que hasta las 22:00 horas no anochecerá. No queremos que le pase lo mismo que Patti Smith, ¿verdad? Se vino tan arriba, tan arriba y acabó con un acaloramiento que... ya sabes.
Precisamente otro de los grandes reclamos del cartel de esta edición acabó mal sobre un escenario en abril. Me refiero al guitarrista Carlos Santana, quien debido a un problema de deshidratación tuvo que ser hospitalizado de urgencia en San Antonio, Texas.
Así es, pero Santana ya está estupendamente bien y está actuando. Yo he trabajado mucho con él, mi último show en Madrid con Santana fue el de La Peineta [actual estadio Metropolitano] del Supernatural en el 2000. Además, tenemos aficiones en común y los mismos mitos musicales. Él siempre cuenta que el concierto que vio en el Fillmore de B.B. King fue clave en su evolución y admira a Miles Davis. Yo he trabajado con B.B. King más de 30 años y con Miles Davis también he trabajado seis años.
En definitiva, Carlos Santana, leyenda viva a sus 77
años, de los pocos que estuvieron en Woodstock en el 69 y aún puede contarlo. Todo vendido para sus conciertos del 28 y 29 de julio. ¿Cómo podemos catalogar su legado?
Santana no es compositor de letras, no tiene letras, pero sí podemos decir que es uno de los estandartes de la cultura hispanoamericana del siglo XX. La influencia de Santana en toda la música pop-rock latina, en el mundo de habla hispana, no tiene límites. No existiría nada sin Santana, desde Maná a lo que tú quieras; no hace falta que empiece a hacer aquí el listado de los artistas influenciados por el maestro. Además, creo que Santana va a grabar su show, el audio, y esperemos que así sea.
Otro que puede presumir de casi 60 años de trayectoria es Herbie Hancock. Ya le nombraste hace unos minutos, palabras mayores. Un referente a nivel mundial del jazz y con quien vais a cerrar esta edición el 31 de julio.
Herbie Hancock es probablemente el músico más importante del mundo ahora mismo a nivel instrumental, él ha sido clave en todo tipo de movimientos y ha ganado reconocimientos de todo tipo, incluido el premio Oscar; no muchos músicos tienen un Oscar y, por si fuera poco, por una película vinculada al Jazz, Round Midnight. Herbie Hancock es uno de los amigos más grandes que he tenido en esta vida de promotor, desde hace más de 40 años. Ya tiene 84 años y no sé cuántas veces más voy a poder gozar de su presencia.
Mención especial para Morrissey, quizás el personaje definitivo y con todas las letras en esta edición de Noches del Botánico. ¿Exagero o incluso me quedo corto? ¿Hasta qué punto os lo ha puesto difícil?
Difícil, Morrissey lo pone difícil [risas]. Ahora lo importante es que lo llevemos con paz, tranquilidad y con buena letra, que se dice, porque es complicado, complejo... Hay que tener en cuenta sus necesidades y su público también lo entiende, aunque supongo que habrá mucha gente que venga a ver a Morrissey y que no sea vegetariana...
¿No es un bulo entonces, no va a haber un triste perrito caliente el 12 de junio?
No, no va a haber nada de carne. Nos hemos comprometido y, cuando uno se compromete, hay que cumplir lo que pide el artista. Por cierto, telonero tampoco habrá porque Morrissey va a emitir un vídeo de 40 minutos. Creo que es muy personal y va desde su activismo hasta sus influencias musicales, pero no lo he visto. Solo sé con certeza que este vídeo de 40 minutos va a proyectarse antes del concierto.
Hay quien dice que Morrissey puede cancelar en cualquier momento y cualquier actuación. ¿Cómo se lidia con algo así?
Lidiamos con la confianza de que va a actuar, evidentemente. Así lo esperamos todos. Contratar a los artistas es una experiencia muy adrenalínica, casi tanto como el propio festival. Cuando acabas todo el puzle que supone cerrar cada cartel sientes... la palabra no es 'alivio', pero sientes una sensación de '¡guau, lo hemos conseguido!', ¿sabes? Eso sí, no se consigue nada hasta que se termina. Nosotros simplemente hemos anunciando los conciertos hasta que no se celebran y el público sale del recinto contento. Por eso tenemos que seguir trabajando hasta el final como todos los años.
Y cuando haya finalizado el trabajo en 2025 llegará el momento de celebrar el décimo aniversario de Noches del Botánico. Ya el año pasado me comentaste que tenías "bastantes ideas" y "habrá cosas especiales". Doy por hecho que algunas de esas ideas se estarán materializando poco a poco...
El reto del aniversario es muy inspirador. Tenemos ya entre cinco y diez propuestas fundamentales que queremos plasmar y que confiamos en que así sea. Luego hay nombres míticos que son imposibles de conseguir, como Stevie Wonder, Eric Clapton o Paul Simon, pero me gustaría poder contar con ellos.
Recuerdo que comentaste que en el décimo aniversario también te gustaría contar de nuevo con grandes nombres que ya han participado en Noches del Botánico. Quizás así te lo ponga más fácil...
Me gustaría volver a contar con Rubén Blades y David Byrne. Trataría de volver a traer a Bob Dylan, pero no sé si girará. Me gustaría volver a hacer Kraftwerk, que fue también un evento impactante y no han vuelto en todos estos años por aquí. Tengo un par de ideas que no voy a decir, pero me gustaría hacer algo vinculado con la música de cine y Hans Zimmer es uno de mis compositores favoritos.
Y para terminar, ¿qué hay de ese legado, esas grabaciones de Noches del Botánico que os traéis entre manos? ¿La décima edición será la hora de apostar definitivamente por este proyecto?
Realmente es un terreno complejo. Ya tengo varias filmaciones de todos estos años, me encantaría que las generaciones futuras pudieran ver shows del Botánico según el modelo del Festival de Jazz de Montreux. En concreto, de cara al décimo aniversario, estamos muy ilusionados con un proyecto documental sobre el ciclo. Ya estamos en ello, estamos hablando a nivel interno y también con productoras que puedan encargarse de la dirección del mismo. Sí, eso sería algo importante, queremos que la gente conozca esto en profundidad. Por ello nos gustaría contarlo de una manera diferente, con la pasión que ponemos.
Texto y fotografía: Alberto C. Molina
Más información y entradas en nochesdelbotanico.com

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