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NILE RODGERS & CHIC EN ALMA FESTIVAL MADRID: TODA UNA VIDA [CRÓNICA]

En 2023 un clásico del verano barcelonés como el Festival Jardins Pedralbes cambió de localización y de nombre: Alma Festival. Ahora este ciclo debuta en Madrid, en el Parque Enrique Tierno Galván, por cierto, donde ya tuvieron lugar los desaparecidos Madrid Escena y Backstage. En el cartel, nombres nacionales como Vetusta Morla, Valeria Castro o Sôber, e internacionales como Deep Purple, Evanescence, Jamie Cullum o Jorge Drexler. Entre estos, los últimos confirmados y los protagonistas de la jornada del 7 de junio: Nile Rodgers & Chic y Soul II Soul.

El anfiteatro del Tierno Galván lució al 50% de su capacidad durante la noche del viernes. Quizás influyó el hecho de que Nile Rodgers participara el año pasado en otro popular ciclo estival de la capital... No obstante, aquella fue una buena noticia para el público que allí se reunió porque pudimos disfrutar de esta leyenda viva y en condiciones, sin estrecheces, en especial quienes accedieron a la pista. 

Así es, "leyenda viva", con todas las letras. Entre otras muchas cosas, el septuagenario artista neoyorquino puede presumir de ser miembro del Salón de la Fama del Rock & Roll y del Salón de la Fama de los Compositores, ganar unos cuantos Grammy, producir a lo largo de todos estos años a David Bowie, Madonna, Diana Ross o Duran Duran, y de trabajar más recientemente con Daft Punk, Beyoncé o Daddy Yankee.

Precisamente su concierto junto con Chic sirvió para repasar algunas de estas colaboraciones; su carrera, en definitiva, tanto composiciones propias como esas otras que de algún modo u otro también llevan su firma. Funk, Rock, R&B, Disco, de todo. Para empezar, al filo de las 23:00 horas, toda una declaración de intenciones: Le Freak, el éxito de Chic de 1978.

Dance, Dance, Dance, I Want Your Love y tremenda ovación por parte de un público entregado desde el primer instante. Entonces él, como si fuera necesario, se presentó y agradeció. Del mismo modo comentó cómo había producido muchos de los temas que escucharíamos durante la velada, como Diana Ross, cuya canción I’m Coming Out no pudo sonar mejor y precedió a ese himno de título We Are Family de Sister Sledge donde sus compañeras vocalistas Kim Davis y Folami Ankoanda se lucieron.

A propósito de grandes voces femeninas, la noche comenzó en el escenario Village con Astrid Jones, la cantante y actriz madrileña originaria de Guinea Ecuatorial. Al frente de su banda The Blue Flaps protagonizó el mejor prólogo posible a una jornada que continuó, ya en el escenario principal, con Soul II Soul. Liderado por su fundador y DJ Jazzie B, el colectivo británico de R&B no tardó en contagiar su ritmo a los centenares de personas congregadas en el Tierno Galván alrededor de las 21:30 horas.

Las voces de Charlotte Kelly y Nadine Caesar brillaron en éxitos como Keep On Movin' y Back to Life, aquel tema que a finales de los 80 alcanzó el número uno en Reino Unido y el cuarto en Estados Unidos. En su repertorio tampoco faltó una más que particular versión de Nothing Compares 2 U, la composición de Prince para su proyecto The Family en la década de los 80. Entre unas y otras, Jazzie B quiso dirgirse al personal para asegurar que había merecido la pena el viaje pese a cierta experiencia... y se refirió al poder de la música antes de pedir manos en el aire y darlo todo al son de Get a Life.

De vuelta al concierto de Nile Rodgers y Chic, tras We Are Family, este habló sobre la historia de Material Girl de Madonna y cómo él quería que Like a Virgin fuera la canción de apertura del homónimo disco de 1984, pero Madonna se empeñó en Material Girl. Así pues, primero Like a Virgin y después Material Girl, en ese orden. "Ese disco me cambió la vida", el álbum en cuestión era Let's Dance de Bowie y la canción elegida para la ocasión, Modern Love, por cierto, perfectamente entonada por el teclista Russell Graham

"Básicamente esta es mi vida entera en la música", Nile Rodgers comentó entre Get Lucky y Lose Yourself to Dance, pistas pertenecientes al disco Random Access Memories de Daft Punk. Si el recuerdo al dúo francés fue sentido, ¿qué añadir cuando dedicó unas palabras a Bernard Edwards, su gran compañero en Chic? Cayó un popurrí que incluyó algo de Phil Collins, una revisión mega funky, apostaría por ello, así como Notorious de Duran Duran.

A esas alturas el personal estaba más que entregado y Jerry Barnes, cada vez que se acercaba al borde del escenario con su bajo y esa sonrisa, era jaleado por un grupo de incondicionales entre las primeras filas. Quizás los fans del batería Ralph Rolle no resultaron tan ruidosos, pero su labor resultó igualmente mayúscula en todo momento. En estas estábamos cuando Nile contó la enésima anécdota de la noche, cuando coincidió con Bowie en un bar al que acudió junto a Billy Idol y de ahí surgió la idea de grabar y producir Let's Dance. Entonces sí, sonó aquel clásico que todo el mundo coreó. 

Sin embargo, aquella no fue la canción más grande según el artista de Nueva York. No, ese título recayó sobre Good Times de Chic, con una sección tan Funk-Rock, tan vibrante, que parecía el mismísimo Give It Away de Red Hot Chili Peppers. Así finalizó el concierto, pasada la medianoche, con Nile Rodgers firmando unos vinilos en el mismo escenario y alguien pidiendo una entrada impresa en papel saliendo del recinto. Leyenda viva, no era para menos.

Texto: Alberto C. Molina


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