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DEEP PURPLE EN ALMA FESTIVAL MADRID: ECOS DE UN GRAN LEGADO [CRÓNICA]

Instagram.com/alma_festival (Jaime Massieu)

11 años después de aquella velada en plena naturaleza, quien escribe estas líneas acudió de nuevo a la llamada de Deep Purple el pasado 13 de junio. En esta ocasión unos y otro cambiamos la sierra de Gredos, en Hoyos del Espino, por el parque Enrique Tierno Galván, en Madrid. Sin embargo, curiosamente la vegetación volvió a ser testigo de la cita con motivo de esta primera edición de Alma Festival en la capital. 

Entre los ausentes, Steve Morse; el guitarrista del grupo británico durante casi 30 años decidió salir en 2022. Por ello, sobre el escenario del Tierno Galván, descubrimos al músico de Belfast Simon McBride, un "chaval" a sus 45 años comparado con sus compañeros, auténticas leyendas vivas. Aunque las loas por carreras dilatadas se las lleven sus compatriotas los Rolling Stones, ahí estaban Roger Glover (78 años) al bajo, Don Airey (75) y sus teclas, Ian Paice (75) tras la batería y por último, la voz de Deep Purple durante más de 40 años, Ian Gillan (78). 

Ante ellos, alrededor de 10.000 personas, prácticamente el aforo completo del recinto. Unas 10.000 personas que llevaban siete años sin disfrutar de la banda aquí en Madrid. Por ello, el concierto no será recordado por las ausencias de Ian Gillan tras el escenario cada dos por tres o sus gestos de fatiga cada vez que la canción requería un agudo, ecos de aquellos... No, ni siquiera se quedarán con el detalle de que, en Alma Festival, algunos de los solos más célebres de la historia del Heavy Metal y el Hard Rock los firmó un "recién llegado" mientras Ritchie Blackmore o el propio Steve... 

En absoluto, esos detalles solo figuran en crónicas como esta que dedican más palabras al paso del tiempo que a la música. Los y las incondicionales de Deep Purple recordarán cómo la banda arrancó con un clásico del calibre de Highway Star —por cierto, puntual a las 22:00 horas y finalizó con otro como Black Night hora y media después, que Don Airey brindó con un chupito antes de agitarnos al son de Lazy, que el recuerdo a Jon Lord tampoco faltó o que todo el mundo volvió a cantar el estribillo de Smoke On The Water más trillado que los campos del chocapic, por ejemplo

Muchos de los presentes ni se enteraron de cuántas canciones del próximo disco =1 de Deep Purple cayeron en directo hace unos días, incluidos los estrenos de A Bit On The Side y Bleeding Obvious. De hecho, me la jugaría a que un porcentaje considerable ni sabe que el grupo ya ha lanzado media docena de trabajos discográficos en este siglo XXI, algunos de los cuales también sonaron en el parque, como Now What?!, a todo volumen —para desesperación del vecindario de la zona—. 

El anfiteatro del Tierno Galván se llenó de nostálgicas y amantes de los clásicos, de títulos de la talla de Deep Purple in Rock o Machine Head. Deudores todos, artistas y público, de un gran legado por el que aún merece la pena pagar una entrada. 

Texto: Alberto C. Molina

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