Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

NOCHES DEL BOTÁNICO: COMPASES FINALES [CRÓNICA]

Fotografía: Fer González | Noches del Botánico

Y así, casi sin darnos cuenta, dio comienzo la recta final de la séptima edición de Noches del Botánico. El 24 de julio, lunes para más señas, Marcus Miller fue quien nos citó en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII. Con una carrera de más de 40 años —puede presumir de haber trabajado con Miles Davis y Herbie Hancock—, más de una docena de discos en solitario y dos premios Grammy, el bajista neoyorquino estaba en condiciones de sentar cátedra en pleno Campus de la Universidad Complutense de Madrid y lo hizo. Acompañado por Anwar Marshall (batería), Xavier Gordon (teclados), Russell Gunn (trompeta) y Donald Hayes (saxo), Marcus Miller demostró por qué es considerado una leyenda del jazz desde Detroit hasta su versión del Come Together de los Beatles, pasando por Higher Ground de Stevie Wonder o Tutu, el homenaje a Miles Davis en el que también participó Erik Alejandro Rodríguez, líder del ecléctico proyecto Cimafunk que actuó antes en ese mismo escenario. 

Fotografía: Fer González | Noches del Botánico

Un par de días después, 26 de julio, miércoles, la protagonista de la jornada fue Joss Stone. Antes, y encabezado por la trompetista Sheila Maurice-Grey, Kokoroko ofreció el primer concierto de la tarde. El grupo de Londres de origen nigeriano compartió una muestra de la fusión entre jazz y afrobeat que le ha dado a conocer en Reino Unido desde su álbum de debut Could We Be More (2022). Con títulos como Tojo, Something’s Going On, Ozan Koukle y Abusey Junction, su repertorio logró que más de dos se contonearan pese al calor. A partir de las 22:30 horas llegó el momento de disfrutar de Joscelyn Eve Stoker, Joss Stone —por supuesto—, cuando se cumplen 20 años del lanzamiento de The Soul Sessions, su debut con versiones de clásicos de las talla de Aretha Franklin o The Isley Brothers.

Fotografía: Víctor Moreno | Noches del Botánico

"Decidí hacer esta gira de celebración de aquel disco porque el año pasado, mientras estaba promocionando otro disco [Never Forget My Love], en todas las entrevistas me recordaban que se cumplía el veinte aniversario (...) Hicimos una encuesta online donde la gente podía escoger sus canciones favoritas de entre todos mis álbumes. Les pregunté qué querían escuchar en directo. Hay muchos medleys en el show porque he intentado encajar muchas canciones", eso fue lo que comentó la propia Joss en una entrevista publicada y compartida por Noches del Botánico y ahí estaba ella... interactuando con su público desde los primeros instantes —demasiado para mi gusto, pero el personal estaba encantado— y dando buena cuenta del primer popurrí, perdón, "medley" de la noche: You Had Me / Free Me / Bad Habit / You Got the Love.

Ha pasado mucho tiempo desde que la artista británica debutara siendo una adolescente o desde que Smokey Robinson la llamara "Aretha Joplin". Incluso ya han pasado unos cuantos años desde aquel proyecto SuperHeavy con Mick Jagger. Ahora bien, parece que Joss Stone ha aprendido algo en todo momento, incluso de los detalles más pequeños, a la hora de convertirse en la gran artista que es actualmente —sus 36 años de edad podrían sugerir menos tablas—. "Esta va sobre ser impaciente, aunque a veces es bueno ser impaciente con ciertos idiotas", comentó sobre 4 & 20 Hours, por cierto, una canción que ella misma creyó que nunca sonaría en un concierto —o eso fue lo que afirmó en cierta entrevista—. Antes, Super Duper Love o Fell In Love With a Boy y después, Karma, When You´re in Love, Put Your Hands on Me o su versión de Some Kind of Wonderful de Soul Brothers Six.

Fotografía: Fer González | Noches del Botánico

'El vídeo no mató a la estrella de la radio' se despidió de Noches del Botánico el 29 de julio, sábado, penúltima jornada, con Michel Camilo y Tomatito. "Noche de encuentro entre el flamenco y el jazz" prometió el programa del ciclo... y exactamente eso fue lo que sucedió a partir de las 20:45 horas, cuando el bailaor Farru, Antonio Fernández Montoya, pisó el escenario con todo el arte de Sevilla —y posiblemente del mundo—. A la guitarra, Josemi Carmona, a la batería y al cajón José Vidal, al teclado José Fernández y la voz de Joni Cortés. Espectacular de principio a fin, digno de ver y escuchar. El listón no podía estar más alto y la expectación no podía ser mayor, pero el guitarrista Tomatito, José Fernández Torres, y el pianista Michel Camilo cumplieron con creces desde las 22:30 porque el concierto comenzó con algo de retraso —lo peor, buena parte del público también ocupó sus localidades tarde y costó prestar atención a medida que unas y otros desfilaban por allí—. 

Afortunadamente aquello fue un detalle como otro cualquiera porque lo vivido a continuación fue maravilloso y pasó en un suspiro: Our Spanish Love Song, su versión de Agua e Vinho de Egberto Gismonti, el homenaje a Chick Corea de título Armando’s Rhumba o una introducción al Concierto de Aranjuez del maestro Joaquín Rodrigo. Entre teclas y punteos, una hora después del comienzo, el plato fuerte de la velada con Farru, Josemi Carmona y Joni Cortés de vuelta sobre el escenario para poner de manifiesto de nuevo que el arte no entiende de etiquetas y que la cultura ha sido la protagonista en Noches del Botánico un año más.

 

Texto: Alberto C. Molina

Fotografías: Fer González y Víctor Moreno | Noches del Botánico

Fotografía: Fer González | Noches del Botánico

 

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