M CLAN EN ACÚSTICO EN MADRID: POR LOS DÍAS QUE VENDRÁN [CRÓNICA]
Teniendo en cuenta que el anterior concierto de M Clan en Madrid —también en acústico— tuvo lugar a finales de noviembre, la primera sorpresa del 21 de enero fue toparse con semejante fila ante las puertas del Teatro Circo Price. La organización del festival Inverfest no colgó el cartel de "todo vendido", pero tampoco creo que faltara mucho. Graderío inferior y pista completos con el público sentado también en la pista, una de las medidas adoptadas debido al Coronavirus. Las gradas más altas fueron otro cantar.
De manera que, entre que éramos multitud y al parecer las puertas se abrieron más tarde, cuando los últimos ocupamos nuestras localidades, alrededor de las 20:10 horas, se apagaron las luces. Entonces Carlos Tarque y Ricardo Ruipérez recibieron la primera ovación de la velada y Carlos respondió con un castizo "Madrid, Madrid, Madrid".
La noche prometía. En primer lugar, se trataba del último concierto de la gira en acústico de M Clan. Sobre el escenario, Carlos y Ricardo solos ante su público. Un par de candiles encendidos y poco atrezo más, minimalismo puro y duro. El formato en cuestión ha sido una solución ante la pandemia. Así el dúo ha logrado capear el temporal durante estos dos últimos años. No obstante, el acústico trae buenos recuerdos a M Clan; en 2001 grabó su célebre álbum Sin enchufe. En segundo lugar, el Price es especial para la banda. Allí mismo celebró su 20º aniversario en 2014 por partida doble y lo inmortalizó con el título Dos noches en el Price.
Precisamente una de las canciones que no sonaron en 2014 fue la elegida para comenzar este concierto: Filosofía barata. No recuerdo cuando escuché el tema inicial de aquel Sopa fría (2004) en directo por última vez —quizás nunca lo hiciera—, pero fue una grata sorpresa; todo un chute de energía. Acto seguido resultó más previsible reconocer Souvenir, aunque sinceramente no me esperaba esa armónica por parte de Carlos. La canción ganó enteros.
"Ha costado mucho sacar adelante el concierto de hoy. Hasta última hora hemos estado haciéndonos pruebas, por si acaso, y quiero agradecer a la organización su labor en esta edición tan difícil con tantos espectáculos afectados", fueron las palabras de Carlos justo antes de Para no ver el final. En mi caso, a propósito del Covid-19, también quiero destacar que en esta ocasión si se respetaron las normas. Especialmente me refiero a la obligatoriedad de usar la mascarilla en todo momento en el recinto. Desconozco si se podía comer y beber en el recinto, porque no vi a una sola persona sin mascarilla, así que enhorabuena a la organización de Inverfest. Da gusto cuando las cosas se hacen bien.
Ricardo fue el encargado de presentar "la canción que nos dio a conocer al gran público", que no fue otra que Llamando a la Tierra, y que hizo que el personal cantara y alzara sus teléfonos móviles. La técnica jugó alguna que otra mala pasada con el sonido de la percusión o eso me pareció desde la grada, pero dio igual. Y después de que uno de los "gordos" del setlist cayera tan pronto, una muestra más de la "última" etapa de la banda: Calle sin luz. El tema de aquel Para no ver el final de 2010 —el porqué del anterior entrecomillado— sonó muy country y funcionó, todo un acierto.
Igual de sorprendente fue ver y escuchar cómo Roto por dentro, single de Memorias de un espantapájaros (2008), se ha convertido en uno de los favoritos de sus seguidores, que no dudaron en corearlo y aplaudirlo hasta el final. Tampoco recordaba asistir a un concierto donde el público lanzara sus peticiones a viva voz entre canción y canción. De hecho, el último que recuerdo parecido lo ofreció Nacho Vegas precisamente en el Price hace unos cuantos años... Sin embargo, la siguiente dedicatoria fue de Carlos "para Elena", La esperanza, que sonó aún más folk que en el último Delta, y en la que la armónica volvió a brillar.
"Esto a partir de ahora va a empezar a cambiar, ya veréis, pero de todas formas nosotros vamos a hacer nuestro pequeño ritual", tras Perdido en la ciudad así presentó Gracias por los días que vendrán el frontman de M Clan, quien volvió a echar mano de la guitarra nuevamente para acompañar a Ricardo. Nos dieron las 21:00 después de California. Carlos parecía impaciente sobre el escenario, pero lo que pasaba era que quería palmas para Las calles están ardiendo. El Drogas no apareció de forma sorpresiva como en 2014, pero tampoco nos esperábamos un interludio tan flamenco en una de sus canciones más rockeras. El experimento gustó tanto que hubo quien acabó en pie. No hacía falta que Carlos pidiera más móviles en alto, pero lo hizo y el Price se iluminó para disfrutar de Miedo, la BALADA en mayúsculas de M Clan desde hace casi 20 años.
Entre aplausos y más aplausos se despidieron ambos dejando atrás las guitarras y los candiles, pero nadie se movió del sitio salvo para patalear y pedir que el concierto se reanudara cuanto antes tal y como no tardó en ocurrir. "Para nosotros es el final de una etapa, el último concierto en acústico en casi dos años de pandemia. Pese a las mascarillas tenemos que estar muy agradecidos, muchísimas gracias", reconoció Carlos y sonó Maggie despierta, su inconfundible versión de Maggie May de Mr. Rod Stewart, que acabó fundiendo con Te quiero igual de Calamaro. Tras la enésima sorpresa de la velada, Quédate a dormir, otra canción que empezó sonando muy country en el Price, que siguió con uno de los interludios más celebrados, y que finalizó muy flamenca, con Carlos cantando por Camarón y con el público en pie.
A las 21:30 horas ya solo nos faltaba saber si habría tiempo para uno o dos bises. "Tenéis ganas de conciertos, ¿eh? Lo voy a decir, ha sido un broche de oro para esta gira y nos vamos a volver a ver este año con toda la banda en eléctrico", sentenció Carlos entre Carolina y Concierto salvaje. El momento de la despedida definitiva había llegado. Pletóricos sobre el escenario y encantados todos tras un concierto memorable y en unas condiciones tan complicadas. La pandemia frustró sus planes de celebrar el 20º aniversario de Sin enchufe, pero afortunamente el ritual de Tarque y Ruipérez funciona y tenemos M Clan para rato.
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