Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

MIGUEL POVEDA: "ESTE MUNDO TE OBLIGA A ALZAR LA VOZ Y NO PARAR" [ENTREVISTA]


El tiempo pasa volando —como el título de su trabajo anterior— y el joven que ganó la Lámpara Minera en 1993 se ha convertido en uno de los mayores referentes del flamenco actual. Por el camino, a lo largo de más de 30 años de carrera, Miguel Poveda ha colaborado con nombres de la talla de Chavela Vargas, María Dolores Pradera, Juan Gabriel, Raphael, Serrat o Víctor Manuel. Coincidiendo con el lanzamiento de su nuevo disco Diverso, hoy el artista convoca a los medios de comunicación en Madrid, en un hotel entre Serrano y Recoletos. Nuestra charla dura mucho menos de lo previsto —cosas del directo y los estrenos—, pero por suerte el tiempo también es relativo con él.

Después de tantos años, idas y venidas, nos presentas tu disco con "más compromiso" y "el más libre" o eso afirmaba cierta nota de prensa. Diverso, ¿por qué ahora ?

Porque he tenido el tiempo suficiente para el autoanálisis y la reflexión debido a la pandemia. Al estar encerrado en casa he tenido tiempo para observar, que a veces cuando estás en la vorágine del día a día, con el estrés y la velocidad, pasan cuestiones a tu lado y no puedes detenerte. Nos detuvimos durante una temporada y yo lo he aprovechado.

¿Entonces este mundo hostil en el que vivimos condiciona?

En cierto sentido, sí, este mundo también te obliga a alzar la voz y no parar. Eso si tienes un mínimo de sensibilidad y estás comprometido con lograr un mundo mejor, claro.

Definitivamente ahora todo puede ser motivo de enfrentamiento. Esta mañana mientras desayunaba, en la radio debatían sobre una de las últimas polémicas: el uso del castellano y del catalán en un colegio de Cataluña. ¿Entiendes este tipo de polémicas? Te lo pregunto porque eres de allí, cantas en castellano y has cantado en catalán, de hecho en este disco hay un 'bonus track' en catalán [Pare].

Son muy pesados todos, los de un lado, los del otro, los del medio y los de los laterales. En este disco me he mostrado en catalán porque amo mi lengua, amo mi tierra. Yo nací en un barrio andaluz donde no se hablaba nada de catalán, simplemente tenía una asignatura en catalán cuando iba al cole. Luego, de un año para otro cambió todo, y fue algo muy bestia. 

Me imagino, la inmersión lingüística. ¿Qué pasó después? 

Después acabé acudiendo a la cultura de mi tierra, cuando me trasladé a vivir a la ciudad, a Barcelona, que aunque estaba a 15 kilómetros de mi barrio, era otro mundo, otro universo. Yo quise tomar contacto con la cultura de mi tierra y lo hice desde el amor, la curiosidad y la necesidad  de conocer mis raíces, y con amor me recibieron. Por eso todos estos debates e imposiciones me parecen absurdos. He llegado a la conclusión de que, cuando las cosas se imponen, uno no llega con el mismo amor. Cuando nadie te impone nada, puedes acercarte a todas las lenguas y culturas distintas sin problemas. 

¿Crees que la música en general y en particular un disco como Diverso puede ayudar a superar tanta hostilidad?

Ojalá este disco fuera la solución. La música une al ser humano, yo sí creo en el poder sanador de la música y la cultura.

Leyendo la nota de prensa hace unos días, estaba convencido de que Diverso sería un disco con un mensaje ecologista potente. Sin embargo, después de escucharlo hoy, y escuchándote hablar a ti ahora, estoy convenido de que es un disco muy autobiográfico, de reafirmación personal. 

Claro, la diversidad no radica en centrarte en un tema, hay muchas temáticas. Temáticas musicales, desde el cantaor más clásico y ortodoxo, hasta el paseo por Buenos Aires, México, La Habana. Luego está el compromiso social con cuestiones de etiquetas, patrias, banderas, y la temática ecologista, pero esa es una más dentro de la diversidad que me define. 

Muchos temas, de acuerdo, ¿y muchos Migueles? También he leído que en este disco hay más de un Miguel Poveda...

En Diverso estoy con todos los Migueles que habitan en mí o casi todos; he mostrado muchos, soy todo eso que acontece en Diverso. Otras veces he hecho otros discos y siempre pensaba "verás cuando lo escuche este o el otro, ¿qué dirán?". En esta ocasión no he pensado en el qué dirán, en ningún momento, sino en mi necesidad de viajar, de compartir, de zarandear a esa gente que tiene talento y a veces se paraliza ante la crítica feroz.

¿Cómo encajas las críticas más de 30 años después?

Sin que suene pedante ni nada, lo digo con toda la humildad y el cariño, afortunadamente en un porcentaje muy alto tengo críticas favorables. A las negativas las he prestado atención para ver qué puedo mejorar, aunque soy mi peor crítico. No hay peor crítico que yo. Y las que son dañinas... antes me hacían daño y ahora me he hecho una coraza. Lo que siento es compasión hacia una persona que tiene odio. 

¿Y no le desearías nada malo a quien se escuda en el anonimato para soltar burradas en las redes sociales?

Desearía que no tuviera esos sentimientos, que el organismo le funcionara mucho mejor. Yo bastante tengo con lo mío, que se gestione esa maldad quien la tenga.

A propósito de las redes sociales, gracias a ellas recientemente te hemos visto actuar en la Expo en Dubái. ¿Cómo has llevado eso de no haber podido viajar por culpa de la pandemia?

Tenía la tristeza de no poder viajar, yo que siempre estoy hambriento por viajar y aprender. Aquí se cerraron todos los aeropuertos, no me quedó otra. Eché de menos esos abrazos. Me vi solo en casa, tenía los abrazos de mi hijo, que son los mejores, pero no podía abrazar al mundo, abrazar con la música.

Otra lectura de Diverso, ¿verdad?

Claro, al final lo he tenido que hacer con este disco, porque la música tiene ese poder. Nos podrán quitar los abrazos físicos, nos podrán quitar los viajes, pero este disco permite todo eso.

 

Texto y fotografías: Alberto C. Molina

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