JUDITH MATEO: "LA CULTURA ES SEGURA Y NOS ALIMENTA EL ALMA" [ENTREVISTA]

No sé si es "la única mujer violinista rockera en nuestro país" tal y como reza la biografía de su web, pero desde que conocí a Judith Mateo ninguna violinista más rockera que ella se ha cruzado en mi camino. Hace un par de años nos reencontramos en el estudio de M21. Hasta el Palacio de Cibeles en Madrid acudió a presentar su sexto disco Radiestesia y su primer libro 101 canciones con las que te ligarías a cualquiera. El pasado 11 de septiembre lanzó El alma de un violín (Warner), la excusa para volver a saber de esta conquense de pro...

Con tu permiso, antes de El alma de un violín quiero que presumas de volver a pisar un escenario. Mientras muchos artistas llevan meses sin poder actuar en directo, tú has presentado tu nuevo trabajo en Zaragoza y Barcelona y más recientemente has participado en el festival 'Rock & Books' en Canarias. ¿En qué pensaste cuando te reencontraste con tu público?

Es todo un tanto extraño, ya por el hecho de que todo el mundo lleve mascarilla, ver a tu público sentado y sin poder bailar... parece que nos han transportado a una peli de ciencia ficción. Si te digo la verdad, me he quitado el mono del escenario, aunque ya sabes que en cuanto te subes a uno, quieres más. En noviembre estoy presentando el disco en nuevas ciudades, espero que no pase nada y que sigan las fechas adelante.

Imagino que también habrás sentido rabia por no poder presentar El alma de un violín en una gira en condiciones todavía, ¿verdad? Si mal no recuerdo, la pandemia también te obligó a cambiar de planes a la hora de publicar el disco.

Exacto, el disco tenía que haber salido justo cuando comenzó la pandemia. Tenía gira de un mes por México, presentaciones ya cerradas en la capital y a eso ya sabes que se le unirían más fechas. Todo ha sido pospuesto, aplazado o cancelado como es el caso del showcase de Fnac de Madrid que, visto lo visto, es la única tienda en 'Spain' que no hace showcase. Todo muy raro, pero el disco tenía que salir, mejor que tenerlo en cajas cerrado en los almacenes de Warner. Pero año nuevo 2021, disco nuevo, nuevos aires  y comenzando a trabajar con la ofi de Last Tour y Oso Polita que tienen las cosas bien claras. Toca seguir trabajando en silencio para lo que será mi octavo disco.

¿Entonces qué opinión te merece el trato que la Cultura ha recibido y recibe por parte del Gobierno en tiempos del coronavirus? El 17 de septiembre, precisamente unos días después del lanzamiento de El alma de un violín, los profesionales de la industria se manifestaron en toda España.

Creo que la cultura en este país está totalmente abandonada. Partamos de la base que estudiar en el Conservatorio y tener la carrera de cualquier instrumento, como es mi caso, parece que va de coña, que es algo que haces porque te lo pasas bien. En algunas ciudades no han hecho ni el mínimo esfuerzo de intentar hacer algo. Lo que yo no sé es dónde se han quedado todas esas partidas económicas de contratación de conciertos, teatro y danza. Creo que entre todos se puede hacer un esfuerzo y hacer conciertos con el máximo cuidado porque se ha demostrado que la cultura es segura y nos alimenta el alma.

En cualquier caso, tú no te has despegado demasiado del violín desde marzo. Recuerdo que durante el confinamiento tocabas en casa para animar a tus seguidores a través de las redes... ¿o lo hacías para animarte tú y superar el "mono" de conciertos?

[Risas] toco a diario siempre unas cuantas horas, ayer me metí unas tres horas para el cuerpo, es mi profesión, soy violinista; si quieres estar en activo hay que practicar a diario, esto no es un juego, aunque muchos se lo toman así. Chuse Joven y yo hacíamos los directos para que nuestros seguidores se animasen. La música es muy importante para el ser humano, aunque no lo quieran ver nuestros políticos. Sin música no seríamos los mismos.

Además de la música, ¿qué te ayudó a sobrellevar el confinamiento lejos de la familia y los amigos?

Hay que seguir, hay que estar tranquilo de mente, todo esto pasará y los que de verdad somos músicos, seguiremos siéndolo con o sin pandemia. En mi caso me ayuda hacer deporte, llevar una vida sana y con  horarios, por lo menos es lo que a mi me ayuda a estar tranquila. En mi vida todo está ordenado, tengo horarios para todo, es una cosa que aprendí del clásico, a organizarme en la vida.

¿Escribiste poesía? Te lo pregunto porque sé que colaboraste con un poema en el libro Madrid en Pausa de Carmen Molina.

Tengo mil cuadernos con poesías. Me mola mucho, aunque me da por temporadas y sí, como dices, he colaborado en el libro de Carmen Molina que ha sido una idea estupenda y desde aquí le doy mil gracias por contar conmigo.

¿Quizás también hayas empezado una segunda parte de 101 canciones con las que te ligarías a cualquiera o crees que las segundas partes nunca fueron buenas?

Hay segundas partes y segundas [risas]. De momento no tengo cerrado nada para una segunda parte, pero no digo que no porque el libro me ha dado un montón de regalos y sorpresas en la vida. Nunca me hubiese imaginado editar el libro en físico en Argentina, Colombia, Chile y Uruguay e ir a presentarlo a esos países.

Ahora sí, El alma de un violín. Séptimo trabajo de tu carrera, ¿y primer recopilatorio o “recopilatorio” entre comillas?

Entre comillas, van 6 temas nuevos. Cuando me lo ofreció la compañía yo no veía un recopilatorio sin un regalo extra para mis seguidores, así que el disco lo conforman 21 temas, una hora y cuarto de música.

El detalle de esos  6 temas inéditos me llama la atención porque normalmente en un recopilatorio, con suerte, encontramos solo uno o dos inéditos. ¿Por qué no un disco inédito de principio a fin y más adelante el recopilatorio?

Porque hay que cerrar fases en tu vida, ciclos vitales. Ya sabes que siempre he hecho lo que me ha dado la gana, así que al final vuelvo a ser original en esto de hacer recopilatorios [risas].

¿Y por qué apostaste por esos 6 temas en concreto? No creo que sea casualidad encontrar tanto guiño a México, ¿verdad?

Hay cuatro temas que son un homenaje a México. Hay que tener en cuenta que iba a estar un mes entero en ese país, íbamos a abrir los shows de Enanitos Verdes en un montón de sitios... Todo esto se ha quedado en un sueño, pero se retomará en cuanto se pueda volver a la normalidad. La primavera de Vivaldi con bases rockeras es una idea que llevo desde hace tiempo. Ya publiqué El verano, así que es otro ciclo que voy cerrando poco a poco de las mil ideas que me vienen a la cabeza. Por último se ha retomado la 'cover' Dust in the Wind de Kansas y la ha cantado Chuse Joven; temazo que hacemos en directo siempre.

En Argentina no deberían sentir celos de México, porque en este trabajo tampoco falta aquel ‘medley’ dedicado a Soda Stereo con la voz de Chuse Joven y que encontramos en tu anterior Radiestesia. ¿Por qué no podía quedar fuera de El alma de un violín?

En realidad son dos temazos unidos en uno, es la primera vez que se hace la unión de estos dos temas y quedó muy potente. En directo es de los temas que más me gustan, así que no podía quedar fuera.

Echo en falta algún guiño a la música española. Algo de Ñu podrías haber incluido, por ejemplo, y José Carlos Molina encantado…

Esta misma pregunta me la hizo Mariano Muniesa, se nota que sois colegas [risas]. Los temas que se han retomado de discos anteriores son los temas más escuchados en las plataformas digitales. Tan sólo tienes que comprobar qué es lo que más le gusta a mis seguidores.

Tampoco creo que haya sido casualidad encontrar Tir Nan Og abriendo el listado de El alma de un violín. ¿Verdad? Fue el tema que dio título a tu debut si mal no recuerdo…

El disco está ordenado cronológicamente, ¡ordenadito como mi vida!

¿Y no se te ocurrió incluir el tema principal de alguna de tus bandas sonoras favoritas? En tus redes sociales también rindes homenaje a bandas sonoras como la de John Williams en La lista de Schindler.

Una cosa es grabarte en casa con tu móvil y colgarlo en redes y otra es meterte en estudio. Muchas veces me grabo temas conocidos para que la gente se lo pase bien y se divierta escuchando algo de música. Date cuenta que, a día de hoy, mi mente está en otra cosa. Los temas nuevos se grabaron en diciembre de 2019, casi un año atrás. Yo estoy en plena evolución. Ahora no sirve de nada pensar "¿y si...?". No soy así, hay que seguir.

Más allá de los clásicos, ¿te atreverías a poner banda sonora a alguna película o serie de la actualidad? ¿Con qué director o directora te gustaría trabajar? Internacional o nacional, faltaría más.

Ya estuve grabando con Roque Baños en su estudio para una peli de Hollywood de miedo. Me lo pasé genial haciendo ruidos de miedo con el violín y aprendí muchísimo, me pareció una experiencia inolvidable de 2019. Nunca digo que no a nada, así que veremos con qué nos sorprende este 2021.

¿Cómo resumirías todo lo vivido desde aquel primer álbum Tir Nan Og?

Crecimiento personal unido al profesional. La vida nunca deja de sorprenderte y hay que subirse a todos los trenes que se te cruzan en tu vida porque algunos son fascinantes. En otros encontrarás basura [risas] pero este último tren te ayudará para elegir mejor el próximo que te encuentres.

En México te han dedicado titulares como "la española que mezcla la música celta y el rock con su violín", pero no sé si te convence al 100% o crees que todo el mundo debería actualizar la definición de Judith Mateo.

Soy una persona en evolución. Esa definición venía de la mezcla de mis primeros tres discos que son celta rock con el primero de 'covers' de rock.

¿Y qué te parece si actualizamos la imagen que tenemos del violinista? Seguro que mucha gente cree que el violín es cosa de hombres como Ara Malikian, por poner un ejemplo.

Permíteme que me ría un rato [risas]. La industria musical es machista. Es muy difícil ser la pionera en este país, ser mujer e instrumentista, ser la primera en hacer covers al violín y que luego vengan años más tarde y que hagan las mismas 'covers', como la de Kashmir de Led Zeppelin o la de AC/DC o Guns N' Roses. Las casualidades no existen, los plagios en la música de siempre... Lo que hay que agradecer a Ara es que ha abierto un camino para demostrar que el violín puede estar en cualquier escenario. Yo lo estaba haciendo con pico y pala y mucho esfuerzo, siempre es más fácil para vosotros que para nosotras aunque estemos en el siglo XXI. Tan sólo para y piensa: ¿cuántas mujeres instrumentistas que no canten han editado discos?.

Además, en tus redes sociales, en su día ya denunciaste la escasa presencia de mujeres en los carteles de los festivales. ¿Esto cambiará en algún momento?

Ni idea, dudo mucho que lo veamos.

¿Entonces siendo mujer te sientes valorada y reconocida como artista?

Lo primero es que no busco el reconocimiento, busco el trabajo. Acuérdate, soy violinista y lo que más amo en este mundo es tocar en directo.

¿Alguna vez te has imaginado la vida sin música? Quizás haciendo radio y televisión, pero sin música...

A no ser que tenga un accidente y que no pueda tocar, mi vida es el violín y todo lo que conlleva. Cada vez que hago radio o tele es alrededor de música. Entrevisto a artistas porque puedo dar otro punto de vista ya que controlo el lenguaje musical, quiero decir que soy músico y puedo hablar el mismo idioma que los artistas.

Por cierto, ¿radio o televisión?

"Ambas, van muy unidas y cada una me divierte".

Y la última pregunta, la del millón: ¿Dónde te gustaría que acabara tu alma si pudieras elegir? ¿En un violín? 

¡Vaya pregunta más rara! [risas] Mi alma volará y desaparecerá.