LAGARTIJA NICK: "SI ALGUIEN CREE QUE HAY JUSTICIA EN NUESTRO PEQUEÑO MUNDO, ESTÁ MUY EQUIVOCADO" [ENTREVISTA]
Fotografía: Antonio Olmedo |
En agosto de 2019 se conmemoró el 74 aniversario de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki en Japón y poco después Lagartija Nick publicó Los cielos cabizbajos (Montgrí). Inspirado en la devastación de la guerra, el disco fue elaborado a partir de un proyecto de Jesús Arias, fallecido en 2015. Y si la intensidad es una de las principales características de este álbum, orquesta y coro mediante, lo es también de su correspondiente gira. Antonio Arias (cantante y bajista) y Juan Codorniú (guitarrista) me hacen un hueco justo antes del concierto de Madrid en Joy Eslava.
El pasado 18 de enero tuvo lugar el primer concierto de presentación de Los cielos cabizbajos en Barcelona, en la Sala Apolo. ¿Demasiado 'punk' incluso para Lagartija Nick con tanto coro y tanta cuerda o todo sonó como tenía que sonar?
Antonio: El coro y la orquesta aportan no sólo una sonoridad estremecedora, no es sólo otro muro de sonido son veinte corazones en un proyecto común, eso hace que la experiencia traspase lo puramente musical y la emoción envuelve el recinto. Es una experiencia más total, más completa, totalmente distinto a todo lo que hemos hecho antes. Los cielos cabizbajos nos dan la posibilidad de trabajar con músicos de toda el país y establecer puentes antes no transitados.
Leí que también sonó un tema inédito: Dresden. ¿Cómo lo encajó el público?
Antonio: Dresden quedó terminada días antes por David Montañés y es sublime, crea un espacio en el concierto estremecedor, es una composición que completa el proyecto y que lo eleva a una altura impresionante.
¿Y por qué Dresden se quedó fuera del disco?
Antonio: Mi hermano Jesús había dejado este tema como sugerencia, se trata de un poema de Nitche y David Montañés le dio forma. Se hizo por primera vez en Granada en 2018 en una especie de preestreno de la obra con una estructura algo distinta. Quedó fuera porque no estaba terminada y David Montañés tampoco estaba muy convencido. Es uno de los alicientes de este disco, que podemos ir terminándolo en directo.
¿Entonces seguís sin descartar la idea de ampliar el listado de Los cielos cabizbajos más adelante? Tengo entendido que hay ciertos 'cantaores' japoneses esperando vuestra llamada...
Antonio: Lo mejor será grabar los conciertos y poder hacer una edición ampliada con todo el material que no pudo editarse. Abarcar todo lo que mi hermano proponía nos puede llevar décadas.
Lo preguntaba también porque me gustaría saber si la puesta en escena de Los cielos cabizbajos os ha costado tanto trabajo como dar forma al propio álbum.
Antonio: Es más trabajosa organizativamente que musicalmente, estamos como banda acostumbrados a subir un montón al escenario, desde los tiempos de Omega, y arriba tenemos mucha comunicación y complicidad con todos los músicos.
¿Entonces es cierto que necesitáis ocho horas para montar las luces? En un festival que no sea Inverfest no sé cómo os vais a apañar.
Antonio: Lleguemos cuando lleguemos ya vamos tarde, es angustiante. La puesta en escena es sobria pero necesita muchas horas, al igual que la preparación del escenario, líneas de micro, instrumentos, sólo contarlo es largo. En los festivales va a ser más fácil llevar aviones con bombas que montar todo lo que llevamos.
Hemos comenzado por Barcelona, pero de todas formas meses atrás ya hicisteis otra presentación en Granada que ni Estrella Morente se perdió. ¿Me equivoco? ¿Cómo fue esa primera puesta de largo?
Antonio: Para que no se nos quedara en el sueño de los justos este proyecto hicimos una 'premiere' con la Universidad de Granada en el PTS, tiene un gran escenario, aquel día había más de cuarenta coristas, fue genial. Se llenó y la gente estaba realmente emocionada, ahí vimos la dimensión del trabajo de Jesús, se presentaba como un reto realmente motivador. Estrella Morente cantó en Nagasaki, Hiroshima 3 y otra más, no te puedes imaginar cómo lo hace. Comprobamos que debíamos abandonarnos a esos cielos.
Por cierto, ¿la respuesta de los vuestros en casa os sigue dando alas o a estas alturas os sentís como en casa en cualquier parte y ante cualquier público? Además el 8 de febrero tenéis otra cita en Granada (Teatro CajaGranada).
Antonio: Hemos sido siempre un grupo viajero y después de tanto tiempo nos sentimos de todas partes, en todos sitios. Este disco nos da la posibilidad de empatizar con distintas sensibilidades, tanto dentro o fuera de este país, nos internacionaliza bastante.
Nunca me convenció aquello de "ciudadanos de un lugar llamado mundo", pero quizás a vosotros sí... al menos la definición de 'artistas de un lugar llamado mundo' pudiendo presumir de un disco como este último.
Antonio: En Los cielos cabizbajos hay un mapamundi, no solo de conflictos sino también musical. Nos ha dado la posibilidad de acercarnos a sonoridades africanas, asiáticas, europeas, hemos jugado con esos elementos arropando así el mensaje de acercamiento. Es un disco que cuestiona las banderas, las religiones, las fronteras y los mapas.
Juan: Bueno, los eslóganes publicitarios a menudo suelen ser cuestionables. En este caso la ciudadanía es un estatus jurídico y los requisitos para obtener tal condición la deciden los Estados, los mismos que imponen las fronteras, enarbolan banderas y hacen guerras. En este disco nos hacemos eco de la violencia que generan esas realidades. Estamos muy lejos de tener un gobierno mundial que declarase ciudadanos a todos los habitantes del planeta, y puestos a elegir un eslogan utópico me quedaría con aquella frase que dice "yo soy de aquí, de donde piso".
Tratándose de la guerra, este trabajo no podría ser ni más internacional ni más atemporal. De hecho, esta semana se conmemora el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz. Si se proyectan ciertas películas para preservar la memoria de las víctimas, ¿Los cielos cabizbajos podría ser considerado una herramienta más que un disco al uso?
Antonio: No había caído en esa lectura del disco. Tiene bastante de memoria histórica mundial, de anacrónica justicia. Da igual que el horror vivido por algunas ciudades haya sido hace un año o veinte, el mensaje de horror e injusticia no caduca en este Poema sinfónico.
Juan: Es cierto que tanto en textos como en música posee cierto carácter global. Atemporal en el sentido que tampoco es una temática nueva, ya que los horrores y desastres de la guerra como motivo inspirador, han sido una constante en la historia de la creación artística. Sin desmerecer ciertas propuestas musicales más superficiales y hedonistas de las que también disfrutamos, que no de todas, los cielos cabizbajos es un trabajo con conciencia, de denuncia y empatía con las víctimas. En ese sentido puede suponer una herramienta, al igual que otros trabajos de cualquier disciplina que coincida en un enfoque parecido.
A propósito de la guerra y su devastación, "el componente poético es devastador" leí en otra de vuestras entrevistas. ¿Qué significa exactamente? ¿Es algo que solo afecta a Los cielos cabizbajos o a toda vuestra obra?
Antonio: La primera sorpresa que se puede encontrar un oyente es que hay una obra poética tremenda, que lo primero que te encuentras es un poeta de gran talla como es Jesús. Su poesía hace visible lo invisible y la realidad vista con toda su crudeza es devastadora.
Juan: Obviamente no se trata de hacer apología de la violencia, ni de caer en la fascinación por el horror, si no de hablar con un lenguaje poético y musical, el que nos ha suministrado Jesús, para afrontar ese dolor de las víctimas y esa fría crueldad de los victimarios. Goya titulaba uno de sus grabados “el sueño de la razón produce monstruos”, a eso nos referimos. Cuando los textos evocan imágenes potentes y emotivas pueden llegar a herir, y es entonces cuando puedes comprender mínimamente el sufrimiento causado.
En alguna ocasión también habéis comentado que es un trabajo que todavía estáis comprendiendo. ¿Creéis que llegaréis a hacerlo al 100% en algún momento?
Antonio: Estar tan concentrado en llevar a la vida una obra póstuma hace que aspectos muy relevantes asomen cuando la obra se presenta ante ti en forma de álbum, cuando te mira a los ojos y te refleja lo que has hecho. La sonoridad del grupo es totalmente diferente a cualquier disco que hayamos hecho y el significado de canciones como Guernika 2019 se amplia en cada escucha. Hace poco visitando de nuevo el cuadro 'Guernika' de Picasso me quedé helado mientras en mi cabeza resonaban los versos de la canción, realmente me redimensionaron el cuadro y el disco.
Juan: Si nos referimos al disco, desde luego es un trabajo que no se agota en las primeras escuchas, y va adquiriendo profundidad y sentido conforme se va escarbando en él, incluso para nosotros mismos. En cuanto al proyecto ideado por Jesús, había temas absolutamente definidos de textos y partituras, en cambio otros insinuados o con anotaciones de por dónde tenían que caminar. Ahí volaba su portentosa imaginación, y nosotros hemos jugado entre lo interpretable y lo posible.
¿Y qué me decís de publicar otro disco tan ambicioso? ¿Cómo vais de ambición y motivación?
Antonio: Todos los discos son ambiciosos en su concepto, nadie puede evitar la tensión de un nuevo disco, de una nueva grabación, de una nueva prueba ante tu oficio y tu arte. Lo cierto es que este trabajo nos ha modificado, nos ha llevado por caminos extraños y eso siempre supone un aliciente ante un nuevo proyecto, nos ha envalentonado bastante.
Juan: Es marca de la casa, siempre que exista esa pulsión creativa y de renovación de discurso, seguiremos derrapando en las curvas de las cosas. La opción de perpetuar y recrear lo ya hecho es menos divertido y apasionante. También es más complicado.
Hay quien ha pronosticado que Los cielos cabizbajos será el último gran disco firmado por Lagartija Nick. ¿Creéis que acertará?
Antonio: Es posible, nadie puede saberlo. Sería una pena dejar de grabar más con Lagartija ya que tengo por ahí un buen montón de canciones esperando y un trabajo sin terminar que estrenamos en 2017 sobre Buñuel con sus poemas que está bastante bien, etc.
Juan: ¡Veremos!
Tal vez os resulte más complicado trabajar en un proyecto que requiera tanto esfuerzo y al mismo tiempo os dé tanto...
Antonio: El trabajo nunca es en balde, decía el maestro Morente y esto es muy a la larga. Como grupo siempre hemos entrado al estudio de grabación con lo mejor que teníamos pero unos discos piden una vida y otros parece que la rechazan, unos te van llevando muy poco a poco y otros se gastan enseguida, no sé si los de un tipo son mejores que los de otro. Todos te dan lo que te faltaba antes de grabarlos y editarlos.
Juan: Habrá que hacer balance de daños, pero a día de hoy todavía no estamos agotados.
Como salió antes el tema del cine, me gustaría saber algo más antes de terminar. Coincidiendo con la gala de los premios Goya 2020, algún que otro compañero músico ha aprovechado para criticar la falta de ayuda a la música por parte del Estado. ¿Creéis que en España hay cultura de primera y de segunda?
Antonio: La música en este país siempre ha estado en manos privadas y principalmente en bancos fuera de nuestro país, basta ver los ataques que sufre cualquier asociación de músicos cuando se alza una voz contra las plataformas que difunden sin permisos su material. El estado debe potenciar la música más allá del mercado pero sufre un aletargamiento capitalista que va a ser muy difícil de corregir.
Juan: La música entendida como empeño creativo, no puede dejarse únicamente en manos del mercado, es obligación de los poderes del Estado fomentar formas de expresión culturales críticas. Esa es la teoría. En la práctica hay instancias de decisión, a menudo ideológicas, en las que influyen lobbys feroces.
Por cierto, ¿qué opinión os merecen los nuevos premios musicales Odeón? También han sido motivo de crítica recientemente...
Antonio: Qué te puedo decir, es dinero dándose dinero a sí mismo, es un casino musical, se presentan nuevas apuestas, unas se admiten, otras no, los premios son muy suculentos, la banca siempre gana. 'Rien ne va plus'.
Mas allá de premios, ¿os sentís reconocidos plenamente?
Antonio: Si algún artista cree que el reconocimiento va a llegar, si cree que hay justicia en nuestro pequeño mundo está muy equivocado. Tienes que hacer las cosas porque te da la gana, porque lo necesitas y porque crees que aportas algo a lo que hay. Si tu esperanza es la justicia musical espérate sentao.
Y vosotros que habéis pasado por unas cuantas etapas a lo largo de los años y no dudáis en reconocer que os reinventáis, ¿en qué momento os encontráis días antes de volver a tocar en Madrid primero y en Granada después?
Antonio: Somos un grupo nuevo sin haber cambiado casi nada y con un trabajo que entusiasmaría a cualquiera, con unas expectativas tremendas y con una emoción contenida.
Por cierto, ¿qué nos espera en directo?
Antonio: A la Joy llevamos no sólo el repertorio del disco también estrenamos algún tema que quedó fuera porque no nos daba tiempo a terminarlo como es el caso de Dresden. Llevamos una puesta en escena que no repetíamos desde los tiempos de Omega y un equipo fabuloso de artistas. Nos acompaña el Coro de Cámara de Granada dirigido por Jorge Morata, los mismos que grabaron el disco el Ensemble de la Universidad de Granada, dirigidos por David Montañés… y por primera vez y única en la historia la colaboración de Jon Sistiaga que participará en algún tema, para no perdérselo.
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