SÍNKOPE: "QUE VENGA LO QUE TENGA QUE VENIR" [ENTREVISTA]

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Con la excusa de este 'Día de Extremadura' recupero mi entrevista a Vito Íñiguez y Miguel Álvarez, vocalista y bajista respectivamente de Sínkope, a propósito del lanzamiento de Museo de rejas limadas, su décimo trabajo. Debería haberse emitido o publicado en su momento en RockFM, pero sigo sin saber por qué no... 

Lo primero es lo primero, ¿cuáles son las sensaciones ahora que el disco ya está en la calle?

Vito: Nosotros estamos contentos con lo que hemos hecho.

Miguel: Satisfechos.

Habéis estado publicando una serie de vídeos en YouTube con el 'making-of' y vuestros seguidores en las redes sociales han podido descubrir cosas sobre la grabación... Ahora bien, ¿cómo fue encerrarse por primera vez en el Estudio Uno de Colmenar Viejo aquí en Madrid? 

Vito: El disco entero lo grabamos en el estudio que tiene en casa Juan Flores "El Chino", pero buscábamos un sonido potente y otra producción y decidimos meternos allí en Estudio Uno. Una experiencia bastante gratificante y positiva, tanto en lo profesional como en lo personal. 

Lo que yo no he conseguido descubrir es en qué momento habéis montado este Museo de rejas limadas, porque el pasado 1 de marzo estabais cerrando vuestro particular doblete aquí en Madrid y apenas ha pasado el tiempo desde entonces...

Vito: No te voy a decir que empezamos a prepararlo justo cuando acabamos el anterior disco Cuando no te pones falda, pero sí empezamos como dos meses después poquito a poco a hacer canciones. En dos años nos ha dado tiempo a hacer este disco.

Vito, en ese 'making-of' al que me refería antes, tus compañeros destacan todo lo que trabajas: no dejas de componer. Si eso es cierto, entonces a mí me parecen pocas las 12 canciones que finalmente encontramos en este Museo de rejas limadas.

Vito: Sí, pero porque no podemos meter todas. Nosotros no solemos hacer una  pila de canciones, 17 o 18, y luego nos quedamos con 12. No, hacemos 12 y ya está. Y es verdad que no paro de componer y de escribir, soy bastante activo. 

Y la primera del listado, El caldero y la sed, que además es el primer single y su correspondiente videoclip... no será casualidad, ¿verdad?

Miguel: Fue un reto para Sínkope, porque el tema es un 3X4, y además la temática es muy actual, el paro, que también está en el vídeo.

Vito: Es un 3X4, que apenas lo hemos hecho, y se sale un poco de la línea de Sínkope, aunque tiene la esencia. En cuanto a la temática, más bien es necesario ver el vídeo para saber de qué va. No queríamos destripar el tema.

De hecho, en la nota de prensa del álbum leí esto: "es hasta la fecha el disco más osado, ambicioso y aventurero de Sínkope". ¿Realmente lo habéis buscado así o ha surgido?

Vito: Ha surgido, a veces si piensas las cosas no salen como quieres.

Vito, en esta otra letra cantas "¿cómo es posible que políticos ruines nos sigan gobernando?, ¿cómo es posible que nos eduquen para ser alguien, pero no para ser libres? ¿Se trata de preguntas retóricas?

Vito: Son preguntas que yo me hago y que tienen respuesta, creo que hay respuestas para todo. Creo que todo es más sencillo que cómo está montado. Simplemente son inquietudes, preguntas que mucha más gente se hace. "¿Qué estamos haciendo mal?", la gente debería preguntarse estas cosas.

Otra de las canciones que en directo podría funcionar muy bien es Cervecita y caldouva, que además cuenta con la colaboración de "El Drogas", ¿me equivoco?

Miguel: Sí, sí, tiene una frasecita El Drogas.

Vito: Sí, el señor Enrique Villarreal. Me llevo muy bien con él, hemos coincidido en varios bolos y lo puso muy fácil, muy buena gente.

¿O pusisteis de acuerdo también para asignar los papeles?, ¿quién era más "cervecita" y quién más "caldouva"?

Vito: No, no tiene nada que ver [risas]. 

Tenéis otra canción que va a funcionar en directo sí o sí y que es todo un homenaje a la figura de Rosendo y de su trayectoria desde Leño... Vito, ¿llevabas mucho tiempo queriendo hacer algo así?

Vito: Joder, pues no sé cómo lo sabes [risas]. Sí, tenía algo de la letra y unos acordes, pero la dejé... y para este disco les dije a ellos "tengo una cosa que podríamos probar". Terminé de escribir el texto, se la presenté en el ensayo y les moló.

Miguel: Ya la habíamos escuchado algunos en algún viaje por ahí, con la guitarra acústica. Suena que te cagas.

¿Y he escuchado a Rosendo al final de la canción Agradecidos a ti o son cosas mías?

Vito: Sí, es él. De hecho, yo quería que dijese esa frase al final y nada más. Al fin y al cabo era un homenaje. 

¿Qué otros grupos os han marcado?

Miguel: Leño, por lo menos en mi caso, a título personal.

Vito: A mí me gusta mucha música y siempre me ha gustado Led Zeppelin, también Rory Gallagher. Son nombres que me ponen y son atemporales, lo que hicieron sigue sonando fresco tantos años después. De aquí, Leño, por todo lo que supuso, y La Polla Records también me flipa mucho. También he escuchado muchos cantautores y al flamenco le he hecho algún guiño.

A propósito de nombres y más nombres, el vuestro de Sínkope también ha marcado a una serie de artistas... ¿da vértigo algo así?

Vito: Sabemos que hay grupos que versionan nuestras canciones, lo vemos por internet, pero no lo pensamos... Damos importancia al hecho de hacer canciones, eso es lo que no gusta, y que la gente las escuche. Si luego la gente nos tiene como referencia, de puta madre... musicalmente, no como personas, que somos unos bichos [risas].

¿Y qué me decís de las etiquetas? Sínkope siempre ha sido catalogado como "Rock rural", pero no sé si con este Museo de rejas limadas hay que actualizar ese etiquetado...

Vito: Hacemos Rock rural, que avanza con el tiempo porque lo rural también avanza. Nosotros hacemos Rock, en todas sus vertientes. Nos pusimos "Rock rural" porque somos de pueblo. No llevamos una línea...

Me recuerdas a Lemmy Kilmister, a quien le hemos puesto unas cuantas etiquetas, pero él en sus conciertos siempre dice aquello de "somos Motörhead y hacemos Rock 'n' Roll".

Vito: Claro, me parece muy bien que la gente quiera etiquetar, pero nosotros hacemos Rock, y dentro de sus vertientes, uno más clásico, Rock rural.

¿Pensáis que Museo de rejas limadas es un buen disco para defender en directo?

Vito: Siempre decimos que nuestras canciones suenan mejor en directo, cuando nos subimos al escenario no sé qué hostias nos pasa, incluso tenemos menos fallos [risas]. Es broma, pero de este caerán ocho en los conciertos. Pensamos que es un buen disco para tocar en directo.

Miguel: Sí, por lo menos ocho o nueve tienen cabida y estarán mucho tiempo en nuestros directos. 

Os estáis poniendo vosotros solos en un compromiso, porque tú, Vito, en alguna ocasión ya has comentado que en el escenario, para que vivan unas canciones, otras han de morir... ¿ese detalle también lo tenéis controlado?, ¿habéis cerrado el setlist?

Vito: Sí, pero pueden surgir cambios. Además, en los festivales no podemos tocar lo mismo por tener menos tiempo para defenderlo. Ahí tocaremos algunas nuevas, porque para eso hacemos los discos, pero tocaremos más clásicos porque es lo que la gente de los festivales quiere.

¿Alguna que queráis rescatar después de tiempo sin tocar en directo?

Vito: A mi aire, 20 años después. 

Miguel: Le voy a cobrar a tus labios tus miradas, esa también.

Vito: Son más de 100 canciones y es muy complicado, muy complicado. Hay canciones que nos gustan más, pero en directo pierden algo por lo que sea o no sabemos qué cambios hacer.

Vamos, que tenemos Sínkope para rato.

Vito: De momento sí, yo nunca pensé estar aquí veintipico años. Que venga lo que tenga que venir, lo esperamos con los brazos abiertos. Si mañana tiene que venir la despedida, vendrá la despida. ¿Que tiene que venir otro disco?, pues otro disco. No se trata de engañar, ¿por qué vamos a engañar? ¿Vamos a decir "vamos a estar 10 años más"?, a lo mejor no llegamos.

Sínkope es un grupo que siente el calor de su gente, lo corresponde y agradece, ¿verdad?

Miguel: Nosotros queremos que la gente se lo pase bien en nuestros conciertos y que sienta realmente la música, que haya una conexión, que conectemos con ellos de alguna manera. 

Vito: Claro, de corazón, de lo contrario no diríamos nada. 

 

 

Texto: Alberto C. Molina