MÄGO DE OZ EN EL PALACIO DE DEPORTES DE MADRID: 'ILUSSIA 3D' [CRÓNICA]
Después de unos años sin grandes
escenografías, Mägo de Oz quiso volver a las andadas en el Palacio de Deportes de Madrid —actualmente Barclaycard Center— el pasado 27 de febrero. La excusa, el último disco Ilussia de Txus di Fellatio, Moha, Frank,
Carlitos y compañía. El
resultado, 'Ilussia 3D', por cierto, un espectáculo que llegará a
Latinoamérica en abril y en el marco de esta gira 'Ácido Tour, te crees que
no te he vizto 2015' que regresará a España después.
Un rockero confeso como el televisivo Christian Gálvez fue quien hizo de maestro de ceremonias, presentando al grupo y explicando en qué consistiría el show. Una primera mitad con Ilussia tocado de principio a fin y según el mismo orden del disco —primera mitad que, a su vez, se dividiría en tres actos que arrancarían con un fragmento de cierto corto de terror 3D filmado para la ocasión—, un descanso y la segunda mitad dedicada a recordar clásicos. Todo ello ante la atenta mirada de la enorme y diabólica cabeza de payaso que presidía el llamado 'Teatro Circo Ilussia'.
También sabíamos que durante el concierto veríamos sobre el escenario atracciones propias de un circo y una serie de colaboraciones... ¿pero hasta qué punto funcionaría todo en conjunto? Con los clásicos difícilmente se suele fallar y en esta ocasión el primero fue Satania, de aquel disco Finisterra. Así pues, la principal duda era saber cómo sería recibido Ilussia con o sin gafas... Duda resuelta con la primera gran ovación que se marcaron los cerca de 3000 asistentes —no se habilitó todo el aforo del recinto, sino un formato más reducido llamado 'The Box' e inaugurado esa misma noche— tras Pensatorium, primera canción y primera colaboración, la soprano Pilar Jurado —más adelante volvería a aparecer caracterizada como la bruja Maléfica—. El experimento gustó.
Igualmente de los nuevos temas destacaría Abracadabra, con las voces de Zeta y Patricia Tapia sonando de maravilla, Vuela alto, cuyo videoclip se
grabó entonces —en teoría—, Pasen y beban, con recadito a política y políticos por
parte de Zeta —quien se mostró más suelto que en citas anteriores— y La viuda de O´Brian, con Txus al frente y cantando lejos de una batería que por unos minutos fue propiedad de Anono (Bürdel
King). Sin embargo, la más
coreada y celebrada fue Cadaveria con la participación de Carlos
Escobedo (Sôber). En cuanto a los
clásicos tras el "intermedio" —entrecomillo por el número de percusión circense que presenciamos—,
reconocer los compases iniciales de Astaroth después de tanto tiempo
sin escucharla fue una sorpresa más que grata. Y poner el broche con Fiesta Pagana y Molinos de viento un acierto más, por supuesto, sin olvidar la
colaboración de Medina Azahara.
Texto de Alberto C. Molina a partir de su crónica original publicada en rockfm.fm
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