Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

NEIL YOUNG

 

Neil Percival Young nació en Toronto el 12 de noviembre de 1945. Allí, en tierras canadienses, transcurrieron su niñez y adolescencia, concretamente en Winnipeg, al resguardo de los Grandes Lagos, donde permaneció hasta mediados de los 60. Hasta entonces, el joven Neil había iniciado el que sería un largo idilio con la música en general y la guitarra  en particular, forjándose en clubes locales y pequeñas bandas, siendo The Squires la primera de éstas. En 1966, después de regresar a su ciudad natal, se unió a The Mynha Birds, el grupo de Rick James, otro principiante por aquella época. Una canción, tan sólo una, Mynha Bird Hop, les bastó para convencer a  la  Motown (por cierto, en 2009 celebra su 50º aniversario)  a la hora de firmar el primer contrato de unos artistas de tez blanca. 

Tras un fugaz paso por la emblemática discográfica, y con los Birds desintegrados, Neil  se trasladó junto al bajista Bruce Palmer a Los Angeles, donde se reencontró con un viejo amigo de Winnipeg, Stephen Stills.  De esta forma nació Buffalo Springfield en marzo del 66. En cuanto a su álbum debut, este no se hizo esperar. La formación, completada por el guitarrista Richie Furay y el baterista Dewey Martin, vio publicado el homónimo trabajo en octubre de ese mismo año. Dos más lo seguirían hasta la disolución del grupo en 1968. Lejos de desmoralizarse  ni un ápice, unos meses más tarde el canadiense publicó su primer LP en solitario, Neil Young (1969). 

Inquieto e inconformista por naturaleza, en su segundo álbum se rodeó de un grupo de músicos rebautizados como Crazy Horse, con Ralph Molina en la batería, Billy Talbot en el bajo y Dabby Whitten en la guitarra. Fruto de esta unión, conocida como Neil Young with Crazy Horse, surgió Everybody Knows This Is Nowhere,  que incluyó entre su listado temas legendarios como Cinnamon Girl y Down by the River, ya no joyas de los primeros compases en la carrera del músico, sino del rock de toda una década.

Y hablando de “década”, durante los 70 Neil continuó dejándose llevar por sus inquietudes artísticas y no dudó en compaginar las colaboraciones con Crazy Horse y otros proyectos. En marzo de 1970 publicó Déjà Vu, su primer álbum con Crosby, Stills & Nash,  grupo en el cual había entrado a formar parte en junio del año anterior.  No obstante, no duró mucho aquello de Crosby, Stills, Nash & Young porque cada uno retomó su carrera en solitario a mediados del 71.

Así pues, en 1972 vio la luz Harvest, trabajo en el que el señor Young contó con la participación de  unos nuevos músicos, The Stray Gators. La argamasa de rock, folk y country de Harvest lo catapultó definitivamente al estrellato y a las primeras listas de éxitos, gracias fundamentalmente al single Heart of Gold, otro de los indispensables en su repertorio. 

Una vez hallada la llave del gran público, pudo acomodarse y sin embargo, una vez más, no lo hizo. De modo que en 1975 cambió de registro nuevamente de la mano de Crazy Horse con Zuma, más rockero.   Un año después se reunió con Stills para dar lugar a The Stills-Young Band y a un nuevo disco que alcanzó la denominación de Oro, Long May You Run. Sin embargo, poco le duró la alegría a Stephen ya que su viejo compañero lo abandonó en plena gira. 

La década prosiguió entre álbumes en solitario y otros que no, como Rust Never Sleeps de 1979. La tercera colaboración con Crazy Horse se saldó con un listado de temas grabados en directo , por cierto, durante un tour del mismo nombre, entre los que destacaron los célebres My My, Hey Hey (Out of the Blue) y Hey Hey, My My (Into the Black).

El nuevo cambio de década no le sentó tan bien como el anterior. Los 80 empezaron con un breve y peculiar Hawks and Doves, un Re-ac-tor (1981) de aires renovados, un electrónico  Trans (1982) y un Everybody’s Rockin’ (1983) al más puro estilo Rockabilly.  A estos les siguieron más álbumes con nuevos y variados cambios de registro, pero con ninguno de ellos logró reubicarse Neil en unos tiempos marcados por el nacimiento de corrientes como el New Wave, corrientes que irremediablemente  oscurecieron el rock.

A pesar de ello, el canadiense se convirtió en el modelo de una nueva generación de músicos, abanderados del Grunge y el rock alternativo como Kurt Cobain o Eddie Vedder, lo cual le permitió retomar fuerzas y comenzar con Freedom a recuperar el terreno perdido en 1989. Y es que el disco resultó ser un éxito gracias a canciones como Rockin' in the Free World, todo un himno en adelante.

Muy bien recibido fue también Harvest Moon, álbum publicado en el 92 y en el que volvía a apostar por el Folk y el country de Harvest. Sin duda, una baza más a su favor a la hora de ingresar tres años más tarde en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Los discos y las giras continuaron sucediéndose hasta que en marzo de 2005, mientras grababa Prairie Wind, se le diagnosticó un aneurisma cerebral. Afortunadamente no tardó demasiado en salir del hospital y el 2 de julio reapareció en el Live 8 en Barrie, Ontario.

Fortalecido como antaño, en 2006 lanzó al mercado un disco que llevó por título Living With War y criticó con dureza al presidente Bush. Es más, se reunió con Crosby, Stills, Nash & Young para protagonizar el llamado Freedom Of Speech Tour '06. Una más que ditada trayectoria profesional que reflejó en su autobiografía Waging Heavy Peace: A Hippie Dream en 2012. Por cierto, año en que vieron la luz dos nuevos trabajos de estudio en los que colaboró con Crazy Horse, los últimos hasta la fecha: Americana y Psychedelic Pill.

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