ANDRÉS MONTES Y JERRY GARCIA, LA EXTRAÑA PAREJA
Pasó una nueva edición del All Star Weekend, quedó atrás el quincuagésimo aniversario de Michael Jordan... ¿y sabes de qué "jugón" me acordé más? No sé si te lo he contado alguna vez, pero Andrés Montes fue una de las mejores excusas que encontré cuando me decidí por el Periodismo, pisé cierta Facultad por vez primera y debuté como bloguero. Montes, uno de los periodistas deportivos más conocidos de España, fue hallado
sin vida la noche del 16 de octubre de 2009. A sus 53 años de edad había hecho mucho por el deporte y siempre con ese estilo suyo tan particular que a nadie dejaba indiferente. Madrileño de nacimiento, no dudó en dar rienda
suelta a su imaginación para revolucionar el concepto de transmisión deportiva.
En el recuerdo siempre permanecerán sobrenombres como «Aerolíneas Jordan» (Michael Jordan), «American Graffitty» (Pedja Stojakovic), «Presidente del consejo de administración de Gepetto Brothers» (Shaquille O’Neal), «¿Por qué eres tan bueno, McGrady?» (Tracy McGrady) o «Tiburón» (Carles Puyol) y expresiones como «Amarrategui Blues», «Calabazas Club», «jugón», «Chupa-chups», «Tiki taka», «¡Wilma, ábreme la puerta!», «¡vaya pincho de merluza!», «porque la vida puede ser maravillosa», «piedra total y absoluta» o «¡Ratatatata!». Aunque en su currículum vítae gane por goleada el medio radiofónico (Radio Cadena Española, Cadena COPE, Antena 3 Radio, Radio Voz y Radio Marca), donde saltó a la fama a nivel "mediático" fue en televisión. En Canal + puso voz a la NBA a este lado del Atlántico durante más de una década, incluidos tantos y tantos All Star Weekend, y en La Sexta, donde compaginó baloncesto con fútbol y pudimos verlo por última vez.
En el recuerdo siempre permanecerán sobrenombres como «Aerolíneas Jordan» (Michael Jordan), «American Graffitty» (Pedja Stojakovic), «Presidente del consejo de administración de Gepetto Brothers» (Shaquille O’Neal), «¿Por qué eres tan bueno, McGrady?» (Tracy McGrady) o «Tiburón» (Carles Puyol) y expresiones como «Amarrategui Blues», «Calabazas Club», «jugón», «Chupa-chups», «Tiki taka», «¡Wilma, ábreme la puerta!», «¡vaya pincho de merluza!», «porque la vida puede ser maravillosa», «piedra total y absoluta» o «¡Ratatatata!». Aunque en su currículum vítae gane por goleada el medio radiofónico (Radio Cadena Española, Cadena COPE, Antena 3 Radio, Radio Voz y Radio Marca), donde saltó a la fama a nivel "mediático" fue en televisión. En Canal + puso voz a la NBA a este lado del Atlántico durante más de una década, incluidos tantos y tantos All Star Weekend, y en La Sexta, donde compaginó baloncesto con fútbol y pudimos verlo por última vez.
¿Pero qué relación guarda esto con la
música?, si es que existe… Aparte del deporte, Andrés era un melómano
confeso. Un par de minutos bastaban para encontrar una referencia
musical en sus comentarios, referencia musical rockera en muchos casos: The Rolling Stones, Van Morrison, Bob Dylan, Miguel Ríos,
etc. En una ocasión, conversando en directo con Antoni Daimiel —su
eterno compañero en las madrugadas baloncestísticas— salieron a la
palestra la banda de San Francisco Grateful Dead y su líder Jerry Garcia. Y a pesar de que si tuviera que elegir para un automóvil entre la figura de Elvis Presley y la del californiano, se quedaría con la de su favorito, Van Morrison —tal cual, así era él—, también afirmó que Jerry
era todo un icono en Estados Unidos. Me quedé con la anécdota, pasaron
los años y finalmente he sido yo el que ha elegido a este último para
homenajear al genial locutor.
Jerome John Garcia nació
el 1 de agosto de 1942 en San Francisco, California. Semejante apellido
tan español se lo debió a cierta rama de su árbol genealógico oriunda
de Galicia… otra historia fue lo de “Jerry”, teóricamente cosa suya. El
niño se hizo adolescente, y éste no tardó mucho en empezar a tocar la
guitarra. En concreto pasaron 15 años desde aquel verano del 42 hasta
que se produjo el encuentro, el inicio de un bonito idilio. Continuando
con el símil, el ejército provocó su primera crisis de pareja cuando, en
1959, se cruzó en su camino y Jerry pasó una temporada rodeado de
uniformes de color caqui.
Pero una vez volvió a ser un civil, formó el grupo de folk The Thunder Mountain Tub Thumpers con la inestimable ayuda de su amigo Robert Hunter, quien le ayudó a componer los temas. Con esta formación, en la que había dos músicos llamados Bob Weir (guitarra rítmica) y Ron “Pigpen” McKernan (teclados),
grabó sus primeras maquetas hasta que en 1963 formó dúo con Sarah
Garcia. No duró mucho aquéllo pues un año más tarde volvió con sus
amigos para crear The Warlocks, que no fue sino el
germen de su gran banda. El nombre de ésta última lo dejaron en manos
del azar literalmente. Abrieron un diccionario y tomaron lo primero que
encontraron: “Grateful” (agradecido) y “Dead” (muerto).
Así pues, Grateful Dead nació en San Francisco en 1965 con las referencias musicales de The Beatles y The Rolling Stones,
lo que se tradujo en un cambio de aires en el sonido sin olvidar sus
raíces. O lo que es igual, el blues de The Warlocks evolucionó hasta la
psicodelia y la experimentación con un regusto a folk y country. A
Jerry, Bob y Pigpen se les unieron Bill Kreutzmann (batería) y Phil Lesh (bajo), y juntos salieron de gira en 1966 con Jefferson Airplane,
los alumnos aventajados del rock psicodélico por aquel entonces. Ambas
bandas compartieron fecha y lugar de nacimiento, sonido y cartel en un
festival que marcó un antes y un después.
El 16 de agosto de 1969, Jerry y compañía actuaron ante miles de hippies en Woodstock. Tras aquel éxito se sucedieron más, en formas de directo, álbum o canción. Aunque en este último apartado, la más aplaudida a nivel comercial fue Touch of Grey (In the dark, 1987), escrita, como no podía ser de otra manera, por la eterna dupla Jerry-Robert.Curiosamente, la canción vio la luz poco después de que uno de sus creadores y coprotagonista de esta entrada saliera de un coma. En la relación entre Jerry García y su guitarra se había interpuesto un tercer elemento, la heroína. Y lamentablemente no fue la primera crisis de esas características, puesto que en los tiempos de The Warlocks ya había coqueteado con el LSD. Tampoco fue la última. En 1995, en pleno proceso de desintoxicación, la muerte volvió a por él, pero no la pudo burlar. Un infarto de miocardio acabó con su vida precisamente el mes de agosto a la edad de 53 años.
Parece increíble, pero el destino quiso que Jerry Garcia y Andrés Montes
murieran con los mismos años en su haber. Un capricho que no dejará de
ser una simple casualidad para mucha gente, pero que tampoco deja de
darle un valor añadido más a este homenaje compartido y merecido. Dos grandes unidos por la
música. Va por ambos, ahora que descansan juntos. Hasta siempre y gracias.
Comentarios
Publicar un comentario