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BARRICADA EN JOY ESLAVA: SIN PERDER EL RUMBO [CRÓNICA]

Barricada regresó a Joy Eslava en Madrid el 21 de diciembre, seis meses después de presentar su último disco Flechas cardinales con permiso de Quedan pocos caminos por recorrer, el directo en Ansoáin allí mismo, y hubo que colgar el cartel de "todo vendido" otra vez. En su momento muchos pensamos que a estas alturas del año estarían echando de menos a El Drogas, pero está claro que pensamos mal... Definitivamente el grupo navarro acertó con la elección del bajista Ander Izeta (Eraso!) y volvió a demostrarlo en un concierto que arrancó a las 20:30  tal y como se había anunciado y que rondó las dos horas de duración. 

Sin teloneros, ni sorpresas, sobre el escenario Boni (voz y guitarra), Alfredo Piedrafita (guitarra y voces), Ander (bajo) e Ibi (batería). Aunque quizás sí hubo una sorpresa para comenzar, porque Ibi apareció con par de muletas. Horas después Alfredo confirmó de  qué se trataba a través de Facebook: "se hizo un esguince (…) todos pensamos que se jodieron los conciertos del fin de semana (...) Pero va el tío y dice que no, que a él un esguince de nada no le impide salir a tocar y que además, por suerte, era en el pie izquierdo y podía apañarse". 

Se apañó, ya lo creo. La primera canción fue Pasión por el ruido, un detalle que pudo hacer creer que los Barri tirarían más por los clásicos... no, no fue así y los temas que gozaron de un mayor protagonismo fueron los de Flechas cardinales: Punto de mira, El muelle, Como el invierno, Rugir y morder, Aguardiente, En lo más pequeño y Flechas cardinales. Por cierto, coreadísimas estas canciones más recientes y mención especial para Aguardiente, con una mujer que no acabó bailando arriba entre ellos de casualidad. 

Alrededor de las 21:45 horas, al son de Cierra los ojos de La tierra está sorda, alcanzamos el ecuador del concierto. La gente había estado muy animada desde el principio, pero a partir de ese momento todo el mundo pareció dejarse llegar. Incluso el grupo estrechaba manos de vez en cuando para corresponder tanto afecto por parte de su gente. De hecho, Alfredo se vio obligado a callar por escribirlo de alguna manera instantes después de empezar Deja que esto no acabe nunca mientras el público cantaba. Uno de los momentazos de la noche, sin duda. Si no fue el tema más coreado poco faltó, precisamente lo que tardaron en sonar Animal caliente y En blanco y negro, clásico con el que los navarros pusieron punto y seguido al concierto.

"¡Barricada!", "¡Otra vez en el suelo, morirá otra vez!", casi a oscuras cada cual gritaba, cantaba y pedía lo que le salía del alma hasta que el cuarteto regresó al escenario a eso de las 22:30. Entonces Boni comenzó a cantar Aún queda un sitio sin guitarra ni "pinganillo" y Ander puso la nota divertida con una peluca rubia. Ahora bien, al final el tema más coreado fue Esta noche no es para andar por esas calles, cuyos versos entonó el público en solitario durante más de un minuto y quizás dos... Precisamente cuando se apagó aquel coro, Barricada se marcó el último bis, Flechas cardinales, que contó por enésima vez con la colaboración espontánea de los allí presentes. Una fiesta en toda regla, con el grupo exultante y sin perder el rumbo.

Texto de Alberto C. Molina a partir de su crónica original publicada en la revista La Heavy

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