¿Y AHORA QUÉ?
La ciencia lo demostrará en su momento. Después de unas cuantas horas pateándote la ciudad, de prisas y una buena dosis de estrés, de trabajo en definitiva, con tantas historias en la cabeza de todo tipo, es abandonarte toda esa tensión y adrenalina acumuladas y te da el bajón o "el hombre del mazo", como diría nuestro campeonísimo Perico Delgado si tuviera delante a otro ciclista clavado en plena ascensión al Angliru. Sin saber muy bien por qué, casi te sorprendes tarareando aquello de "no sé qué pasa, que lo veo todo negro" que cantaban Los Salvajes en su versión del Paint it Black de los Stones. Quizás nada que unas cuantas horas de sueño no puedan solucionar o cuanto menos mitigar.
El caso es que después de grabar el último Radio Rock 'n' Roll (sobre el que escribiré algo más en otra ocasión, palabra) volví a coger mi querido Metro (si has leído todo lo que he posteado hasta ahora, conoces el porqué de esa mayúscula) para plantarme en el Hard Rock Cafe de Colón a eso de las 19:00. ¿Para gastarme el dinero que no tengo en una de esas camisetas que coleccionan los más esnobs? Podría haber sido así, pero no. Asistí a la presentación del primer disco del nuevo proyecto del ex Mägo de Oz José Andrea: Uróboros.
Hora y pico más tarde, con el estribillo del single El Tren entre ceja y ceja por culpa del videoclip (no una ni dos, sino hasta cuatro veces nos lo proyectaron por algún problema técnico o por el problema de algún técnico, ahí te dejé el enlace) emprendía el camino hacia Callao para hacer lo propio con el último disco de Saratoga. Niko del Hierro y compañía tocaban a partir de las 22:00 unas cuantas canciones (acabaron siendo cinco, tres de ellas del nuevo álbum) en la Fnac antes de la publicación de Némesis. Y entre tú y yo, mejor esta segunda parte de la tarde que más bien ya era tarde-noche. Aparte de no tener que lidiar con más videoclips y reproductores DVD, allí coincidí con Karmen, Diva Satánica, Charly Rock and Roll e Isaak Palon (Viga), así que entre tanta cara conocida y tertulia musical se me olvidó incluso el cansancio que amenazaba con cebarse conmigo.
De manera que, tras tanta presentación, cuando pasó todo y pude dejarme caer en el sofá en plena madrugada, ese bajón sobre el que escribía más arriba hizo que me preguntara aquello de ¿y ahora qué? Por otra parte, una pregunta muy bien traída puesto que tanto los Uróboros de José Andrea, los Saratoga y cualquier músico también pensarán algo así después de componer cada canción, entrar en el estudio de grabación, pasar por postproducción... ¿Y ahora qué?, se dirán cuando al fin tengan el fruto de tanto trabajo entre sus manos. ¿Se venderá más o menos? ¿Recibirá críticas positivas o negativas del plumilla de turno? No deja de ser curioso que, por más que nos esforcemos para que las cosas salgan bien, por más ganas que echemos ante cualquier campo de esta u otra vida, al final la respuesta, esa solución no la tienes tú.
Atención, batallita y además literal. Precisamente en estos momentos están emitiendo en televisión uno de esos programas en los que compatriotas de diferentes edades, sexos, profesiones y religiones (si me apuras) cuentan lo bien que les va lejos de aquí. Al margen de la pregunta de cuánto cuesta el pack avión/crucero + hotel que pretenden vendernos, a mí se me ocurre otra: ¿Por qué #@*&$! tengo que que hacer la maleta y buscar un futuro a miles de kilómetros de mis seres queridos mientras mi propio gobierno se gasta el dinero que yo no tengo en reflotar a los mismos bancos que nos han guiado hasta el abismo? ¿Bankia me la lía, Rodrigo Rato se larga con la vida resuelta y yo tengo que renunciar a mi gente por ellos?, ¿y encima tengo que estar agradecido por la oportunidad que se me brinda?
Después de tantos años estudiando y de ver el esfuerzo de unos padres que se han partido la cara para darme lo que ellos no tuvieron, tras tantas presentaciones de discos es muy triste preguntarse ¿y ahora qué? No queda otra que luchar hasta el final por lo que quieres y por quienes quieres, caiga quien caiga. Sé que suena a Mel Gibson en Braveheart, pero es lo que tengo dentro y dentro de nada se celebra el primer aniversario del 15-M. Los antidisturbios ya se están preparando. La maquinaria de represión al servicio de los de arriba que denuniaba Karl Marx vuelve a estar en marcha, pero hay quien poco más puede perder a estas alturas de la película. Y esto no es ciencia ficción, sino otra historia que quizás tenga su propio post más adelante. Mientras tanto escuchemos algo épico y potente como para animarte por muchos kilómetros que lleves recorridos o más años que hayan pasado desde que Steve Harris y Paul Di'Anno escribieran algo así para el primer álbum de la "Doncella de Hierro" allá por 1980.
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