RÍO BABEL 2025: SEGUNDA PARTE [CRÓNICA]

Superadas las filas y el lío de la primera jornada del Festival Río Babel para acceder al recinto, hacerse con la pulsera y realizar la recarga de turno, el sábado comenzó sin problemas en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid a partir de las 17:30 horas. Quienes se atrevieron a desafiar al sol pudieron disfrutar desde las 18:00 de un buen primer concierto a cargo de Sanguijuelas del Guadiana. La joven formación extremeña puso en práctica su reinterpretación de las raíces, con canciones como Cien amapolas, para ganarse el reconocimiento del personal, que incluso hizo ondear algunas banderas de Extremadura. Una hora después, más público y más expectación para No Te Va Gustar. Con un estilo entre el reggae, el ska y el rock, la banda uruguaya demostró por qué es considerada referente en Latinoamérica —más allá de sus casi tres décadas de trayectoria, por supuesto—. Su conexión con el público fue inmediata, destacando momentos como la aparición de Nicki Nicole en los visuales durante Venganza.
Mientras tanto, en el espacio de Babel Comedy, la jornada comenzaba alrededor de las 19:00 con el podcast 'No hay negros en el Tíbet' en directo, que incluyó crítica social y reflexión. La programación dedicada al humor durante la tarde también incluyó los monólogos de Isabel Rey, Ignatius Farray y Raúl Massana. Tras acudir al Café Berlín en primavera a la presentación de Lunático —debut en solitario después de su etapa en Arnau Griso—, había ganas de escuchar a Griso a lo grande. Así fue como minutos antes de las 20:00, en uno de los escenarios principales del recinto, Griso no tardó en conectar con el público con temas de indie-pop como 1001 noches y guiños a su etapa anterior.


La intervención de Yerai Cortés en este Río Babel 2025 también había generado expectación, porque no quedaba claro hasta qué punto la audiencia festivalera recibiría su flamenco pese a llegar "apadrinado" por el mismísimo C. Tangana —artífice del documental La guitarra flamenca de Yerai Cortés—. Sin embargo, pronto fueron resueltas las dudas y el cantaor y guitarrista ofreció un espectáculo a caballo entre la tradición y un estilo más contemporáneo que el público reunido ante el menor de los escenarios agradeció y valoró. Mención especial para sus acompañantes allí arriba, una puesta en escena impecable.
Comenzaba a caer la tarde en el Auditorio cuando Bebe hizo gala de su particular intensidad emocional. Su inconfundible voz rasgada, combinada con una propuesta sonora que fusiona flamenco-pop con toques electrónicos contemporáneos, animó al público a corear algunas de sus letras más conocidas, entre las que no faltaron Ella y Malo cargadas de empoderamiento. La última vez que nuestros caminos se cruzaron fue en Hoyos del Espino en 2013 y ahora me ha convencido más que entonces. Guardando las distancias —que nadie malinterprete estas palabras—, su actuación me recordó a la de Julieta Venegas en aquella otra edición de Río Babel hace un par de veranos, icónica...


Puntualidad casi británica porque alrededor de las 21:40 horas llegó el momento de disfrutar del primer plato fuerte de la segunda y última jornada del festival: Madness. La energía quizás no sea la misma —y ese "quizás" sobra—, pero quienes tuvieron, retienen. De hecho, casi 50 años y 30 giras después, en el grupo se mantienen casi todos los miembros que dieron forma a su debut One Step Beyond en 1979, casi nada, con el cantante Graham 'Suggs' McPherson y el saxofonista Lee Thompson al frente.
Los ingleses retienen hasta el punto de hacer bailar a unos y otras en la pista del Anfiteatro gracias a su característico sonido a partir del ska y clásicos como House of Fun, Baggy Trousers, One Step Beyond, Our House y It Must Be Love. Un 'Hit Parade' en toda regla tal y como ellos mismos empezaron anunciando. Además, su particular sentido del humor tampoco faltó, especialmente por —obra y gracia de— Lee Thompson liándola cada dos por tres con el micrófono, encarándose con las primeras filas o lanzando avioncitos de papel para terminar; genio y figura.


Con permiso de La Ganga Calé —difícil papeleta, su franja en el escenario más pequeño coincidía con las actuaciones más esperadas en los otros dos—, según terminó Madness tratamos de coger el mejor sitio posible unos metros más allá. En cuestión de minutos, sobre las 23:00, llegaría el plato principal del sábado: Estopa. David y José, José y David, sobran las presentaciones a estas alturas. Los hermanos Muñoz prácticamente calcaron el concierto del verano pasado en Gredos. Lógico y normal, es lo que tiene salir de gira para celebrar un 25 aniversario, como para no repasar todos y cada uno de los grandes éxitos...
Si el viernes hubo muchísima gente en el recinto, entre las 23:00 y las 00:45 del sábado allí no cabía un alfiler. Abarrotadas tanto la pista como la grada, 25.000 personas disfrutando de canciones como Tu calorro, Cacho a cacho, Vacaciones, Malabares, Paseo, La raja de tu falda, Vino tinto, El del medio de los Chichos, Fuente de energía, Partiendo la pana, Pastillas de freno o Como Camarón para poner la guinda tras anunciar que "haremos un disco o un libro o una peli". Entre tanto 'hit', alguna que otra excepción, como El día que tú te marches de su último álbum Estopía, El run run en el que la corista Conchi Heredia brilló a dúo con David —haciendo las veces de Rosario Flores en X Anniversarivm, para nota— o el alegato sobre la libertad: "¡Salud y libertad!, pero no la libertad de... No, una libertad absoluta, la libertad de los artistas. Y que le den a los liberales y a los anarcoliberales, ¡a esos mucho más!".


Recta final de Río Babel 2025 con dos conciertos que prácticamente se solaparon, Queralt Lahoz en uno de los dos escenarios principales y Alamedadosoulna en el tercero en discordia. La banda madrileña jugaba en casa con sus atuendos rosas e hizo valer el factor cancha desde el primer instante, como si de una competición deportiva se tratara. Como no podía ser de otra manera y con la noria como testigo, el público respondió de manera positiva y de inmediato. Aquello se trasformó en una fiesta en clave de ska, reggae y funk y Alamedadosoulna triunfó una vez más.
Mientras tanto, Queralt Lahoz ofrecía una propuesta más sobria de lo que algunos esperaban, pero que convenció igualmente. La artista catalana sacó a relucir su fusión de flamenco, hip hop y soul entre coreografías envolventes y guiños a canciones icónicas de distintos géneros. Entonces sí, de 02:00 a 03:00 llegó la hora de poner el broche a esta octava edición del festival. Los encargados, Swing Original Monks y sus ritmos populares mezclados con beats electrónicos, loops y otros sonidos modernos. Sin olvidar el mensaje social que también caracteriza su carrera, el grupo ecuatoriano ofreció un show colorido, teatral y festivo. Un epílogo perfecto, dentro de un año más...
Texto: ACM
Fotografias: Festival Río Babel

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