WARCRY: 'ALFA' [RETRO-RESEÑA]
Entiendo que, después de unos discos que no convencieron del todo, algo como Alfa
suene mejor. Las comparaciones son odiosas —sí, la cantinela de siempre—, pero también hay que reconocer cómo los asturianos y
metaleros WarCry se han currado un digno sucesor para Revolución
(2008). Tiempo han tenido para esmerarse, pero tampoco les quitemos mérito.
El resultado, un trabajo de estudio en el que prima un ágil Power Metal
de bien alto, más cerca del 7 que del 6. ¿Entonces por qué no un
notable?
Echo en falta una segunda parte de listado más acorde con
el buen comienzo del CD. La primera pista, es Alma de conquistador, de esas con las que te vienes arriba… literalmente, para ponerse en
pie si por casualidad la estás escuchando desde el sofá. Comienza
despacito, como cuando los hombres de William Wallace se acercaban al
enemigo sigilosamente... y
luego a la carga con lo que se tenga a mano, incluida la gaita. En tromba, así
salen los asturianos, con una verdadera explosión como la que
ilustra la carátula del álbum. Pura épica que continúa con La muerte de un sueño. Más versos sobre batallas, triunfo y muerte, pero con un ritmo aún más frenético, más power metalera que la anterior, sin duda, con el batería Rafa Yugueros y el teclista Santi Novoa percutiendo sin descanso.
Y como no hay dos sin tres, Cobarde
también empieza suave, aunque en este caso se podría decir que no
abandonamos del todo esta “suavidad”. Estamos ante uno de los temas más
diferentes y melódicos de Alfa. No obstante, y pese a que así
escrito puedas imaginártelo de otro modo, los toques de Hard Rock y su
moraleja contra el maltrato machista (“maldigo al que pegue a una
mujer”) convencen y mucho, con permiso del guitarreo de turno, cómo no.
Por cierto, temática la suya, la del amor, el desamor, la pasión, etc.,
que es la otra gran temática del álbum.
La misma que encontramos en Tan fácil
y su Power Metal frenético. Ni de lejos lo mejor del listado, pero esta
canción es de esas que hacen piña y todo disco necesita para no
resumirse sólo en tres o dos muy buenas. Pero luego la cosa se tuerce… y
que nadie piense mal, sigo refiriéndome al álbum. Recuérdalo,
qué título tan apropiado para una canción difícil de olvidar. Y es que
ella solita echa por tierra el ritmo y las buenas sensaciones del arranque del tracklist. Muy desconcertante...
Un punto de inflexión que pone muy
difícil recuperar las citadas sensaciones —de hecho no las
recuperaremos— y eso que la siguiente, Amistad,
pese a su título y ese final —“lo importante de este mundo es tu
amistaaaaaad”— vuelve a encauzar la situación. Después llega el turno de Apariencias. Ni fu ni fa, aunque cuenta con el aliciente de ser la única del álbum que no compuso el vocalista Víctor García, sino Pablo García.
Cómo nos enchufa de nuevo Ardo por dentro.
Empieza que sí que no con el teclado, pero qué poco le falta para
hacernos rugir tal y como canta el propio Víctor. Tardamos algo más en
entrar en calor, pero ya lo creo que entramos en calor gracias a esta
nueva dosis de Power con un regusto sureño a lo Medina Azahara. Todo es infierno se la juega con una muy buena carta. Baza que no es otra que los riffs
más potentes de todo el disco, de hecho cualquiera diría que las
únicas seis cuerdas son las de Pablo García —con permiso del bajo de
Roberto García—. Y para terminar, qué mejor que hacerlo con Libre como el viento. Alfa, posiblemente de lo mejor que el Metal español ofreció en 2011, con un Víctor más melodioso que en anteriores
etapas de la banda y una base power metalera menos
revolucionada que antaño.
2. La muerte de un sueño
3. Cobarde
4. Tan fácil
5. Recuérdalo
6. Amistad
7. Apariencias
8. Ardo por dentro
9. Todo es infierno
10. Libre como el viento
Texto: Alberto C. Molina
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