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ISMAEL SERRANO EN INVERFEST: INTENSITOS ENTRAÑABLES [CRÓNICA]

De no ser porque el regalo se lo hizo él a sus incondicionales, esta crónica podría haber comenzado así directamente: "Ismael Serrano adelantó la celebración de su 50 cumpleaños con todo vendido en Madrid". El cantautor está de gira presentando su último disco, La canción de nuestra vida, y repasando sus clásicos de una forma teatralizada, huyendo del recital convencional. Los días 27 y 28 de enero actuó en casa, en el Circo Price de la capital, con motivo de  la 10ª edición de Inverfest.

"¿Cuál es la canción de nuestra vida? Busquemos juntos...", Ismael Serrano no tardó en dejar claro cuál sería el leitmotiv de un concierto que comenzó cuando el reloj ya había marcado las 19:00 horas y que se alargó casi hasta las 22:00 horas. Entre medias, cerca de 180 minutos para disfrutar de una serie de candidatas a "canción de nuestra vida". La mayoría de su autoría, letras como Papá, cuéntame otra vez, Vine del norte, Ana, Soltar o Ahora que te encuentro, pero también ajenas, versiones como Un vestido y un amor de Fito Páez, Burbujas de amor de Juan Luis Guerra o Lucha de gigantes de Antonio Vega. Todas ellas sonaron de una manera impecable, también en parte gracias al trabajo de Jacob Sureda al piano y un cuarteto de cuerda soberbio.

En esta búsqueda resultó clave María Pascual, actriz y cantante que comenzó infiltrada entre el público pidiendo "¡una alegre!" —cuando él comentó entre canción y canción que admitía sugerencias— y acabó en el escenario compartiendo focos y duetos durante buena parte del recital. Una especie de Man on the Moon sin Jim Carrey, más o menos. Por cierto, si te parece un tipo triste o intensito entrañable, olvídate, porque Ismael Serrano en directo no es así... bueno, "intensito entrañable" sí, él mismo lo dijo. El madrileño estuvo sembrado como maestro de ceremonias en todo momento, vacilando a quienes ocupaban tarde sus localidades o dedicando un recadito —entre las líneas de Ven— a cierto político popular incapaz de distinguir sus letras con versos de Antonio Machado.

"Reivindico el valor terapéutico de las canciones tristes (...) La gente suele salir de mis conciertos diciendo '¡cómo hemos llorado, pero qué bien lo hemos pasado!'", exclamó Ismael en cierta ocasión y el público volvió a darle la razón, una vez más. Aunque claro, para vítores y aplausos, todos los que se escucharon en el Price cuando el cantautor entonó Papá, cuéntame otra vez, en la recta final del concierto, y con un verso dedicado al sufrimiento del pueblo palestino en Gaza. Unos últimos compases de la velada, después de casi tres horas, en los que también sonaron La canción de nuestra vida, Ahora que te encuentro, La fábula de los conejos y Lucha de gigantes, el magnífico dúo con María Pascual con el que se despidió de su público, seguramente tan intensito y entrañable como él. Hasta la próxima, por supuesto.


Texto: Alberto C. Molina


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