Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

POP IN RIO Y OTROS DESVARÍOS

 
Qué recuerdos. Hasta tres posts llegué a publicar en El Sonido de California bajo ese titular sugerente y tentador: "Chikivisión, Pop in Rio y otros desvaríos". ¿Tienta o no tienta? De hecho, si no lo he recuperado exactamente igual para esta nueva etapa bloguera ha sido porque lo de "Chikivisión" perdió en el camino su sentido y la poca gracia que pudo tener. Aunque si se trata de hacer chascarrillos más o menos afortunados, también podría cambiar en cualquier momento "Pop" por "Dance" o "Disco"...

Quizás los mayores fósiles, carcamales y derivados del lugar lo recordarán, pero si tú no sabes de qué va la historia, quédate con que en esos tres posts no se pudieron llevar más palos los Medina (por mi parte, claro). ¿Rihanna confirmada?, ¡zasca! ¿Shakira?, ¡zasca! ¿Hannah Montana y El Canto del Loco también? Vamos, igualito que aquel sketch de Cruz y Raya y la manta de palos que le cayó a un tal Frodo Bolsón... Ponte en mi lugar, después de documentarme sobre la historia del festival desde su primera edición del 85 en Rio de Janeiro para realizar un reportaje-trabajo fin de curso —ahí abajo tienes la prueba del delito, ten en cuenta que me faltaban unos cuantos hervores—, tras ver tantas y tantas grandes bandas de Rock y Metal, en el cartel de Rock in Rio Madrid te encuentras con... pues eso, agarras el palo como si fuera la vara del tío ese del otro sketch de Cruz y Raya.

Pero a partir de aquí es cuando definitivamente no vas a entender nada de nada. Critiqué todo ese Pop radioformulero y ahora lo echo de menos. ¿Sabes cuál es el principal reclamo de esta tercera edición en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey? La música electrónica descaradamente encabezada por el productor y DJ francés David Geta, perdón, Guetta —en la fotografía, extasiado cual Santa Teresa de Jesús y, como reza su camiseta, confirmando que F*** más que tú y que yo—. La electrónica siempre ha tenido su lugar en Rock in Rio Madrid, tienes razón, pero en 2012 una de las cuatro jornadas, en particular la del 6 de julio, es 100% electrónica. Pitbull parte como la otra gran atracción con permiso de la noria y del citado Geta, perdón, otra vez, Guetta. Y por si fuera poco, Rihanna cancela su concierto del día 5 por motivos familiares y su hueco lo ocupa otro DJ, Carl Cox. ¿Exageraría con "Dance in Rio"?
 
Pero habrá quien se pregunte, ¿y qué queda aparte de la electrónica? Entonces yo respondo que, aparte de la electrónica, Maná, La Oreja de Van Gogh, Macaco, El Pescao y otros seres vivos, nos quedan Lenny Kravitz —a quien ya vi en 2008 sobre el mismo escenario de la Ciudad del Rock acompañado por unos músicos geniales, en serio— y Red Hot Chili Peppers —10 años detrás de ellos y al fin les veré en directo, eso sí, sin John Frusciante—. Lo suyo no es el "Rock, puro Rock" que diría Mariskal Romero, sino un rollo más alternativo al igual que Incubus —por cierto, comparten cartel con sus paisanos californianos el 7 de julio, San Fermín—, pero entre tanto desvarío festivalero, si no llega a ser por ellos los Medina tendrían que cambiar el nombre a la criatura en el registro civil. Aunque para desvarío, el dineral que se lleva el francés por dos horas y media de sesión: 120.000 euros. ¿Cómo no se me va a escapar "Geta"?

 
 
Texto: Alberto C. Molina

Comentarios

  1. ¿Por qué pones en todos los lados este reportaje? Tus fans ya se lo saben de memoria...

    Qué recuerdos cuando se hablaba del cambio climático y no de la prima...

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