Crónicas, entrevistas y retro-reseñas

DOWNLOAD 2018: FESTIVALERXS POR MADRID [CRÓNICA]

 
«Él es el héroe que se merece la ciudad, pero no el que necesitamos ahora» comentó Gordon refiriéndose a Batman en El caballero oscuro. Frikismos aparte, muy aparte, con el festival Download me ocurre algo similar o quizás no. Estamos ante el festival de Metal que necesita Madrid, pero no es exactamente el que merece. La ciudad debe aspirar a algo más, entre otras cosas porque después de esta segunda edición el margen de mejora sigue siendo amplio.

En primer lugar, otro recinto. La idea de recuperar la Caja Mágica para la causa "musicultural" —que decimos por Cibeles— fue buena, pero 30.000 o 40.000 personas allí son demasiadas y la organización no da abasto. En segundo lugar el transporte público tampoco es suficiente para tanta gente y ya si no hay parking, apaga y vámonos. Ni la estación de metro, ni la de tren, ni las líneas de autobús más cercanas fueron diseñadas para algo semejante. Y en tercer y último lugar —por no enredarme más de la cuenta con esto—, el olor de la depuradora cercana. Mierda, mierda y más mierda. Ráfagas de olor a mierda que te sacuden de vez en cuando... ¡Mierda!

Kreator
Afortunadamente Download puede presumir de un buen cartel. Dicen quienes más saben de esto y escriben sobre ello —estás leyendo una "no crónica" totalmente subjetiva— que Wacken, Hellfest, Graspop y Sweden Rock están a años luz, incluso Azkena en Vitora-Gasteiz o Resurrection en Viveiro dan unas cuantas vueltas al festival madrileño, pero contar con semejante listado de nombres en la capital no deja de ser un acierto y ojalá nos dure: Pennywise, Rise Against, A Perfect Circle, Backyard Babies, Aphonic, Viva Belgrado, Kreator, Arch Enemy, Avenged Sevenfold, Marilyn Manson, Clutch, Thrice, Bullet for my Vallentine, Guns N' Roses, L7, Shinedown, The Hellacopters, Judas Priest, Baroness, Angelus Apatrida, Volbeat, Ozzy Osbourne, etc.

Marilyn Manson
Antes de plantarme en la Caja Mágica había leído tantas cosas malas sobre el directo de Marilyn Manson, que al final me sorprendió gratamente. Sin embargo, reconozco que me temí lo peor cuando vi cómo se echaba sobre el escenario tras 20 minutos de concierto... Irresponsible Hate Anthem para empezar, This Is the New Shit muy apropiada, Kill4Me con fans haciendo el tonto y selfies ahí arriba, su versión de Sweet Dreams (Are Made of This) que como suena en la radio todo el mundo quiso grabar en vídeo —claro, para ponérsela a la familia en Navidad en formato XD— o los bises Antichrist Superstar y The Beautiful People. El concierto duró una hora, pero si Manson ya no da más de sí, casi mejor.

Avenged Sevenfold
La banda de Chicago Rise Against también me sorprendió para bien. Me los imaginaba más de postureo, más dispersos, pero estuvieron bastante sobrios y terminaron con Prayer of the Refugee, mi favorita. Por el contrario Avenged Sevenfold no me convencieron del todo y me aburrieron pese a la puesta en escena que se gastan, con su "Eddie" de Hail to the King, las llamaradas y demás parafernalia. Aunque quien quiso disfrutar de A Perfect Circle corrió peor suerte. Debido a un fallo técnico el concierto se quedó en un chiste de mal gusto.

Guns N' Roses
Viernes, segunda jornada de festival, literalmente el día de Guns N' Roses. Durante sus tres horas de concierto en el escenario principal nadie más tocaría en cualquier otro punto del recinto. Máxima expectación —a pesar de que el verano anterior ya visitaron Madrid— y bien. Escribo sólo "bien" porque tres horas con tantas versiones acaban pasando factura, abajo y arriba, donde a Axl Rose alguna que otra canción se le atravesó. Quizás el olor a mierda también le descentró como cuando exclamó «it smells like Trump».

En cualquier caso tenerles tan cerca cuando arrancaron con It's So Easy fue para vivirlo en primera persona, como cada vez que Slash se arrancaba con uno de sus solos de guitarra. Repito, me sobraron versiones, pero escuchar en directo Mr. Brownstone, Welcome to the Jungle, Rocket Queen, Civil War, Yesterdays, Nightrain, Paradise City... No obstante, la puntilla la dieron los australianos Parkway Drive a continuación en el segundo escenario principal. No les conocía, ni me sonaban, pero lo poco que escuché me gustó y mucho.

Judas Priest
En cuanto a la tercera y última jornada de esta segunda edición de Download en Madrid, ni Shinedown, ni Hellacopters, ni Baroness, ni Volbeat... La veteranía se impuso y Judas Priest primero y Ozzy Osbourne dieron sendos golpes sobre la mesa. De la banda de Rob Halford me lo esperaba después de las buenas críticas que han recibido con su más reciente disco Firepower y un repertorio corto en el que nunca fallan You've Got Another Thing Comin'Hell Bent for Leather, PainkillerMetal Gods, Breaking the Law y Living After Midnight, que cayeron una detrás de otra.

Y si Judas Priest carburó a la perfección, Ozzy a sus casi 70 años remató la faena. Él y los musicazos que guardan sus espaldas: el batería Tommy Clufetos, el guitarrista Zakk Wylde, el teclista Adam Wakeman y el bajista Rob Nicholson. Una pasada, mención especial para Zakk, de vuelta tras una temporada centrado en su proyecto Black Label Society. Si la noche anterior Slash se salió, lo de Zakk fue una salvajada. Bark at the Moon, Mr. Crowley, I Don't Know, No More Tears, Shot in the Dark, Crazy Train, Mama I'm Coming Home...  y de regalo recuerdos de Black Sabbath como War Pigs y Paranoid.

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